Desde que en 1997 la antigua línea de ferrocarril de vía estrecha que unía Calahorra con Arnedillo fuese rescatada como vía verde los vecinos de los municipios riojabajeños asentados en los márgenes del Cidacos han hecho de este camino natural un lugar de paseo ... y conexión entre ellos. Recorrerlo juntos es ya una tradición del mes de mayo y a la que este sábado se han sumado 571 personas.
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La XX edición de la Marcha por la Vía Verde del Cidacos ha arrancado de Arnedillo con temperaturas altas, que acompañado a los participantes durante toda la jornada. Para combatirlas, las gorras y la crema solar se han hecho tan indispensables como el té, el agua, la fruta, los frutos secos... que se han ofrecido en los puntos de avituallamiento instalados en las localidades de Préjano, Santa Eulalia, Herce, Arnedo, Quel, Autol y Calahorra por los que discurre esta vía verde.
El paisaje de la caminata ha sido sin duda otra de las recompensas al calor y al esfuerzo. Así, paso a paso los participantes han recorrido distintos enclaves naturales que destacan por sus cortados rocosos y cañones fluviales, alternados con cultivos en terraza.
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