Rescatados dos hermanos en el derrumbe de una vivienda en el casco antiguo de Calahorra

Suma y, lamentablemente, sigue. Los derrumbes en el casco antiguo de Calahorra no terminan de cesar. Este jueves el escenario fue la calle Casa Santa, donde la medianera de una vivienda se vino abajo y llevó a los bomberos del CEIS Rioja a realizar labores de rescate para dos personas. Los hechos se produjeron pasadas las dos de la tarde en un inmueble habitado por una mujer y un hombre, ambos hermanos, quienes aunque quedaron atrapados en el edificio, afortunadamente no sufrieron heridas.

La vivienda, que si bien no estaba declarada en ruina se encontraba en muy mal estado de conservación, tiene una planta baja más dos alturas. Al caerse la medianera, y según explicó el sargento del CEIS del parque de Calahorra, «la cocina se ha derrumbado sobre la planta baja y se ha estabilizado el derrumbe». La parte derrumbada se vino encima de la escalera de acceso, lo que impedía salir a sus inquilinos.

En ese momento ambos se encontraban en otras habitaciones de la vivienda, por lo que por suerte no se vieron alcanzados por el desplome de la parte afectada.

En un primer momento los bomberos pudieron rescatar con una escalera al hombre a través de una ventana de la primera planta. La mujer se encontraba en la segunda planta y fue evacuada con una vehículo con cesta, que llevó al lugar el personal del parque municipal de obras y servicios.

Hasta la zona se desplazaron además efectivos de la Policía Local y Guardia Civil, junto a la alcaldesa de Calahorra, Mónica Arceiz, y técnicos del área de Urbanismo. Fue una vecina quien, como relató a este periódico, dio aviso a los servicios de emergencia del suceso nada más producirse, al pasar junto a la vivienda. «Hemos oído como un gran golpe y después hemos visto a una persona pidiendo ayuda por la ventana», contaba desde Portillo de la Plaza, donde se han producido otros derrumbes al igual que en otras calles de las inmediaciones.

De hecho, la inestabilidad de la vivienda y de las aledañas era uno de los principales riesgos a los que se tuvieron que enfrentar los bomberos durante las labores de rescate, que a su vez se vieron complicadas por la lluvia.

«Que la cesta no toque la pared», recibía varias veces en su transmisor uno de los bomberos subido a la plataforma en la que se bajó a la mujer, la cual estuvo acompañada dentro de la vivienda de otro efectivo del CEIS Rioja, que había accedido primeramente por la escalera para comprobar su estado y ofrecerle protección.

Con ella ya fuera de la vivienda los efectivos del CEISRioja y de las fuerzas de seguridad respiraban tranquilos. Posteriormente se procedía a comprobar el estado del inmueble, donde los inquilinos manifestaron estar viviendo en régimen de alquiler. «La lavadora se había quedado prácticamente en el aire», describía más tarde la alcaldesa de Calahorra al hacer referencia a las imágenes del estado en el que quedó el inmueble.

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