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Un curso de adiestramiento canino le llevó a la calagurritana Arantxa Gurrea a salir a correr con su primer perro, Coque. Seis años después es subcampeona de la Copa de España de Mushing. Una especialidad deportiva consistente en correr con un perro delante.
– ¿Cómo ... surgió su afición al canicross?
– Llegó con mi primer perrito, Coque, que era un 'burro' tirando. Entonces me apunté a un curso de adiestramiento, que organizaba la protectora de Calahorra Red Ayuda Animal. Hablando con las monitoras les comenté que la única manera que tenía de pasear con Coque era corriendo. Fueron ellas las que me plantearon hacer canicross. Desde entonces han pasado seis años. Lo primero que hice fue informarme a través de Internet y vi que había una liga en La Rioja. Fui a una primera carrera con Coque, que corrí con mi sobrino, y nos encantó.
– ¿Cómo son los entrenamientos?
– En invierno entrenamos casi todos los días de la semana, porque por un lado, tengo que entrenar yo para estar fuerte y por otro, hay que entrenar al perro, que tiene su propio entrenamiento. Así que lo engancho a la bici para que coja fuerza o corre suelto para que coja velocidad. Después, hay que hacer un entrenamiento juntos.
– ¿Cuándo comenzó a competir?
– Empecé haciendo carreras de canitrail, en las ligas riojana y vasca. Pero cuando conocí el esprint tuve claro que esa modalidad era la mía. Entonces ya encontré a Estephe, que es un Greysther de 3 años, y empecé a correr con él en la Copa de España. Aunque con Coque también lo había hecho.
– ¿Qué es lo que más le atrae de correr con su perro?
– El que no corres sola, sino con tu perro y la línea de tiro es un vínculo entre los dos. Básicamente, yo corro para Estephe. Es un plus de motivación. La sensación de sentir cómo se esfuerza tu perro y tira de ti es una pasada.
– En la final de la última Copa de España de Mushing revalidó por segunda vez consecutiva un segundo puesto. Estos logros le motivarán más para seguir, estando además federada en Navarra.
– El año pasado fue el primero en el que participamos y no sabíamos qué iba a pasar. Porque un perro es muy incierto. Este segundo año, sabíamos que iba a ser más duro, porque se incorporaron nuevas corredoras. Hemos tenido una Copa muy reñida. Estábamos cinco equipos con tiempos muy similares. Además, también quedó subcampeón el calceatense Roberto Romo, que es compañero en el Club Canicross de Navarra.
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