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La Semana Santa calagurritana despierta también el interés de los autocaravaneros, quienes estos días es habitual que pernocten en cualquiera de las ocho plazas que se habilitaron en 2020 en el aparcamiento de la catedral para dar cabida a este modelo de turismo, plenamente consolidado en España. Ayer jueves llegaban precisamente a la Bimilenaria Isabel Sáez y su marido Joaquín Pou desde Barcelona. «Íbamos hacia Burgos, pero nos han dicho que aquí en Calahorra hay una de las procesiones más bonitas de toda España (la Escenificación de la Pasión) y hemos decidido desviarnos y parar», explicaba Isabel junto a la autocaravana con la que viajan y que en un primer momento estacionaron en el parque del Cidacos, en lugar de en el aparcamiento acondicionado, después de que 'Google maps' les jugara una mala pasada.
«Aquí estamos como en casa. A mí no me invites a un hotel, que a los tres días me quiero ir. Sin embargo, con esto me puede pasar todo el mes», aseguraba esta catalana, para quien el autocaravanismo es «muy bueno para la España vaciada». «Te da mucha libertad para conocer pueblos muy chiquitos, en los que no tienes donde alojarte. De hecho, nosotros hemos estado en sitios en los que solo había 40 habitantes», apuntaba. Por Calahorra era la segunda vez que pasaban.
En principio no tenían quejas del área para autocaravanas, aunque en «internet hay comentarios que dicen que se atasca la zona para vaciar las aguas sucias», señalaba su marido. «Es que el cómo esté la zona de aparcamiento te obliga a hacer una cosa u otra, porque si no puedes vaciar el agua no te puedes quedar más de un día», añadía Isabel, que opina que desde los ayuntamientos se debe fomentar más este tipo de turismo. Además, «da mucho beneficio al pueblo», porque «no sé que hace el resto, pero nosotros nos dejamos una 'pasta' entre desayunar, el vermú, la cerveza de la tarde, la compra...», sostenía.
Juanjo y Ainhoa, un extremeño y una vasca que también han pernoctado estos días por segunda vez en Calahorra con su autocaravana, no habían tenido problema con la fosa séptica. «Justo la han vaciado esta mañana. Lo sé porque estaba durmiendo y me he despertado con el ruido del camión», comentaba a principios de esta semana Juanjo, que asegura que «el aparcamiento está muy bien y además es gratis». Así que, satisfecho con el área de descanso y también con La Rioja «donde nos tratan muy bien». «En Calahorra hemos estado muchas veces, ya que mi hijo vive en Autol. Hemos recorrido los Senderos de la Verdura y el Perdiguero», recordaba de otros viajes.
Aún así expresaba una «crítica, pero constructiva», aclaraba. «Cuando vine hace dos años, que no llevaba placa solar, llamé al Ayuntamiento, a la Policía no conseguí averiguar dónde comprar las fichas para enchufarme a la electricidad», contaba este caravanista para advertir de que sería necesario que «se especificará». Muy cerca le escuchaba Yolanda. Ella es de Calahorra, es también turista itinerante y se había acercado al aparcamiento con la furgoneta en la que se desplaza. «Lo que pasa con la fosa séptica es que se llena muchísimo, porque pasan muchas autocaravanas. De hecho, el fin de semana de Mercafórum esto estaba a tope», afirmaba.
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