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Mucho antes de la llegada de los selfis, los filtros de los teléfonos móviles y las fotos de pose, cada 25 agosto un profesional de una empresa fotográfica se plantaba en Calahorra (seguramente después de haber pasado por las fiestas de Alfaro o Aldeanueva) e inmortalizaba con su cámara a los cientos de personas que acudían al chupinazo.
Unas horas después, la imágenes ya reveladas, se exponían en la calle protegidas por un plástica y sujetas con pinzas, esperando a que el protagonista de la foto se reconociese y la comprase. La asociación Asfocal ha querido recordar a aquellos profesionales ambulantes con una singular exposición de fotografías de las fiestas de Calahorra.
Más de 500 imágenes, tomadas durante los festejos de los años del 2000 al 2011, se han colgado en un largo tenderete como hacían los fotógrafos itinerantes en las fiestas de Calahorra y de otros muchísimos municipios. «Pretende ser un homenaje a un todos esos profesionales que siempre venían a las fiestas», dice Leo Muñoz, presidente de Asfocal.
Pero la exposición viaja mucho más en el tiempo con una colección de fotografías, procedentes de álbumes familiares de Calahorra, en la que se pueden ver retratos e imágenes de las fiestas celebradas en las décadas de los 50, 60 y 70.
«Desde la asociación hicimos un llamamiento para que la gente nos trajera sus fotos de fiestas antiguas, en blanco y negro, para digitalizar», explica Leo Muñoz. Las instantáneas «son en su mayoría de familias que se dejaban fotografiar en esos decorados que montaba el fotógrafo para las fiestas con un torito o un elefante», avanza Muñoz. En total, son 50 ampliaciones, con un tamaño de 40x50, en las que además «se va a poder ver mucha foto callejera de pareja, de grupo y de la plaza de toros, que estaba muchísimo más llena que en nuestros tiempos».
La exposición permanecerá abierta del 26 de agosto al 6 de septiembre, en el centro cultural de la Fundación Caja Rioja. La muestra estará presidida por una fotografía casi reveladora del momento actual, colocada sobre un atril, con un texto de presentación.
La foto, tomada por Santi Peña (socio de Asfocal) en el año 1998, «es de una cuadrilla de amigos el día del chupinazo, que iba con mascarillas». «En la mascarilla pone N1H1, que entonces era el virus de la gripe porcina», precisa Muñoz.
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