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La semana pasada la calagurritana Ana Garrido Aroz obtenía el título de bailarina profesional en el Conservatorio Profesional de Danza de Castilla y León. Hasta aquí, sus seis años en el centro habían sido los de una alumna más. Al menos, a ojos de los demás.
Sin embargo, después de recibir el título, Ana, habitual del grupo de baile de Mercafórum y el grupo de danzas Coletores de Calahorra, contaba a sus profesores y compañeros el gran secreto que hasta entonces había tenido que mantener, aunque en su Calahorra natal siempre ha sido algo de admirar de ella: la joven fue diagnosticada a los nueve años de osteogénesis imperfecta, también llamada la 'enfermedad de los huesos de cristal'. Un trastorno congénito, es decir, presente al nacer, que se caracteriza por una fragilidad de hueso excesiva.
«Por circunstancias de la vida y barreras que me pusieron hace seis años tuve que mantener que tenía los 'huesos de cristal' en secreto», explica Ana, quien tras graduarse, y alcanzar su sueño de ser bailarina, quiso compartir su historia en un emotivo video. Gracias a mucho entrenamiento «he podido desarrollar una musculatura más fuerte que ha protegido mis huesos y ha hecho que año tras año mis fracturas sean menos», explica la joven en el vídeo.
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