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El derribo de viviendas anunciado por el Ayuntamiento como medida de choque contra el grave deterioro de parte del casco antiguo calagurritano ha comenzado ... esta semana con el inmueble situado en el número 23 de la calle Enramada. El edificio, del que los vecinos de la calle llevan años advirtiendo de su ruina y el peligro que supone para las viviendas aledañas, fue construido en el año 1890 y reformado en 1960.
La construcción cuenta con tres plantas, en una parcela de 138 metros cuadrados. «Por fuera se ve mal, pero por dentro está mucho peor», señalaba ayer una de las vecinas de las casas colindantes (en los números 25 y 21), que han sido desalojadas de manera preventiva mientras se desarrollan las obras. Los trabajos, que realiza la empresa Transportes y Excavaciones Brindo, han obligado además a cortar al tráfico de vehículos esta vía.
La demolición de esta vivienda es una de las ocho que el Gobierno municipal informó que se iban a llevar cabo a través de un procedimiento de ejecución subsidiaria antes de finalizar el año, después de los derrumbes registrados en agosto en las calles San Andrés y la Estrella, y en los que lamentablemente falleció una mujer de 61 años de edad.
El resto de derribos que tiene previsto realizar el Consistorio calagurritano son en los número 15, 17 y 20 de la calle de la Estrella, en el 29 de Portillo de la Plaza, el de las viviendas ubicadas en el 13 y 1 de San Andrés, y el 16 de Navas.
Así, en las últimas semanas la Administración local ha ido avanzado en la tramitación del derribo de varios de estos edificios, como el de Portillo de la Plaza. Para este caso en concreto, la junta de gobierno local ha licitado ya las obras con un presupuesto de 82.971 euros y un plazo de ejecución de 8 meses.
También, se encuentra ya aprobado el proyecto de derribo del número 20 de la calle de la Estrella, que ha sido redactado por el arquitecto Jesús Gil-Alías y cuenta con presupuesto de contrata de 118.445 euros. Por otro lado, para los edificios ubicados en el número 1 de la calle San Andrés, el 16 de Navas y los números 15 (parcial) y 17 de la Estrella se acordó recientemente la contratación de la redacción del proyecto para la demolición conjunta de estos cuatro inmuebles a la empresa Estproingar S.L., con un coste de 10.103 euros.
En cuanto a la situación del número 13 de la calle San Andrés, las obras de derribo se encuentran ya adjudicadas a la empresa PMG VEA, por un total de 71.179 euros.
El plan de medidas para frenar los derrumbes de viviendas en el casco histórico contempla, junto a los derribos subsidiarios, más acciones, como la realización de inspecciones en otras 150 edificaciones que se encuentran en mal estado.
Asimismo, está incluido el cierre de puntos de accesos (puertas y ventanas) a inmuebles en ruina para impedir que nadie se instale en ellos y evitar tragedias. Es lo que se ha hecho ya con la casa de la mujer fallecida en agosto por el desprendimiento del techo de su habitación en el número 18 de la Estrella. De hecho, y aunque desde entonces las entradas a la vivienda estaban precintadas, vecinos de la zona detectaron que se estaba accediendo al edificio.
Desde el Ayuntamiento se quieren favorecer además la rehabilitación de estas propiedades con las ayudas municipales que existen para este fin en el casco antiguo y que a partir del próximo año 2024 se extenderán a toda la ciudad, como se anunció ayer en el nuevo plan de subvenciones.
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