Ave Mercafórum, Calagurris os saluda

En el decimonoveno año del reinado del emperador Tiberio, y por orden de Poncio Pilatos (que para eso es este fin de semana el máximo gobernador de la provincia), Calahorra, ahora Calagurris, tiene el privilegio de celebrar su «gran mercado artesanal, agrícola y ganadero». Es por ello que los soldados de la Legión VI Victrix no ocultaban su entusiasmo al volver a casa. En Calagurris hacía rato que el retumbar de sus tambores se escuchaba en cada esquina y ya a mediodía, después de su entrada triunfal, se formaban para escuchar cómo «gracias a Mercurio, el Dios del Comercio» pueden disfrutar de nuevo de una gran fiesta. Eso sí, nada de «pillaje, mendicidad y desorden», les dejaba claro el centurión elegido para dar lectura al pergamino con la autorización del mercado y abrir así sus puertas.

Los soldados llegaron, además, con compañía. Algunos, incluso, más 'bárbaros', como unos gladiadores llamados Lobos Negros, para los que se ha reservado el circo. Con ellos desfilaron también guerreros venidos de Cantabria o los del grupo Cohors Prima Gállica, desde tierras vasca. «¡Viva Libia!», clamaban otros desplazados de Herramélluri. Algunos de ellos, bien armados con aceros afilados, desafiaban de vez en cuando a los miles de espectadores congregados en torno a la escultura del maestro Marco Fabio Quintiliano.

Calahorra era, una vez más, un hervidero. Pero entre el gentío aparecía de sopetón un grupo que nadie se esperaba. «¿Y esa tuna?», preguntaban quienes llevaban rato en la glorieta del Ayuntamiento esperando la llegada de los romanos. «Hemos venido aquí porque dos de nuestros miembros son de Calahorra y querían que viniésemos a ver esto», explicaba uno de ellos, luciendo la vestimenta de la Asociación de Tunos Veteranos de Asturias.

El montaje de Mercafórum, por obra y gracia de Paso Viviente, les dejaba tan entusiasmados como a Gloria, quien lo visitaba por primera vez con varios amigos desde Logroño. «Se valora el trabajo, la participación del pueblo y la ilusión que ponen hasta los niños», decía antes de cruzar el arco del triunfo que da la bienvenida al mercado. «Y el redoble de tambores está muy bien logrado», intervenía Miguel, parte también del grupo de logroñeses. «Es el primer año que venimos y menos mal que no nos ha llovido, porque merece la pena verlo. Es muy bonito», apostillaba por último Gloria.

Para quienes no era la primera vez que lo visitaban, la apertura de Mercafórum no hacía más que reafirmar sus sensaciones de otras ediciones. «Es que es muy bonito y todo es muy realista. Cada año lo mejoran, así que es de lo mejorcito que hay en esta zona», valoraban José María y Cristina, vecinos del Villar de Arnedo.

Las autoridades más contemporáneas tampoco quisieron perderse la cita. Algunas vestidas con toga y túnica para la ocasión, como los concejales y concejalas de la Agrupación Socialista de Calahorra, que desde hace años cruzan el arco del triunfo como un romano más en la corte de políticos.

Desfiles, bailes, artesanía...

Traspasados sus dos pilares, la fiesta se traduce en bailes, desfiles de soldados, luchas de gladiadores y numerosos puestos de productos artesanos, que permiten conocer cómo se trabaja con materiales como la piedra, el hierro o el vidrio.

El programa de este domingo, cuenta con desfiles de la Legión VI Victrix a las 13.30 y 17.30 horas por el mercado, y a las 21.30 horas en la glorieta de Quintiliano. También, hay previstas dos actuaciones del Grupo de Baile de Paso Viviente (13.45 y 18.00 horas) y otros dos espectáculos de gladiadores (13.00 y 19.30 horas). El colofón al mercado llegará a las 21.45 horas con la representación de 'Los sueños de Claudia Prócula'.

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