Isabel y Esteban junto a sus hijos, Úrsula y el pequeño Ismael. :: m.f.

Responsabilidad aún más compartida

Este calagurritano acaba de compartir el cuidado de su segundo hijo, Ismael, y de la familia con su mujer. Hoy regresa a su puesto de trabajo

María Félez

Lunes, 6 de febrero 2017, 09:11

Los trabajadores que se han convertido en padres desde el pasado 1 de enero ya disponen de cuatro semanas de permiso por paternidad, intransferibles y no obligatorias, dos más de las que se tenían hasta ahora y mucho más de los dos días por nacimiento ... por hijo que existían antes del 2007. Se trata de un nuevo derecho incluido dentro de la Ley de Igualdad y el primer riojano en acogerse a él ha sido el calagurritano Esteban San Lázaro. Media hora supuso la diferencia entre poder ayudar a su mujer, Isabel, quince días o poder hacerlo durante un mes entero. Y es que el pequeño Ismael nació a las doce y media de la noche del pasado 1 de enero, con las uvas casi en la boca de los médicos y enfermeras del hospital de Calahorra.

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«El parto estaba previsto para el 9 de enero pero hacía ya dos meses que estaba en reposo por riesgo de que se me adelantase el parto; Úrsula (la hija mayor) ya fue sietemesina», explica Isabel, la madre de la criatura. A eso de las siete de la tarde se puso de parto y a las once y media de la noche les avisaron de que el nacimiento era inminente.

«Sí que pensamos por un momento en el tema de la baja, podíamos quedarnos sin ella por cuestión de unos minutos y la verdad es que nos venía muy bien disfrutarla porque ahora mismo no tenemos a ninguna de las abuelas que pueda echarnos una mano», comentan.

Pero Ismael esperó un poquito más e incluso les dio tiempo de oír como en el hospital se celebraba, de forma contenida, el Año Nuevo. A la media hora de comenzar el año oyeron por primera vez el llanto del pequeño, que esta vez venía con 15 días de más en la baja por paternidad de su padre.

«No se trata de unas vacaciones, te aseguro que hay veces que con dos críos estás más tranquilo en el trabajo que en casa. No puedes darle el pecho pero puedes hacer otras muchas cosas, los hijos también son nuestros», comenta Esteban, que hoy tendrá que acudir de nuevo a su puesto de trabajo de comercial. «Pero es verdad que yo me voy a las ocho de la mañana y vuelvo a las ocho de la tarde, y ahora ya con un mes dejas todo un poco más encauzado», explica.

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Con seis años de retraso

Esta ampliación del permiso de paternidad se ha ido aplazando año a año tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, desde que en el 2009 se aprobara la ley que aumentaba a cuatro semanas el permiso de paternidad a partir del 1 de enero del 2011. Seis años después está aquí para quedarse.

«No puedo imaginarme cuando no había baja por paternidad y el padre sólo tenía dos días por el nacimiento de su hijo, incluso un mes se te hace corto porque hay muchas cosas a las que habituarte cuando nace un pequeño», explica Esteban.

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Estos días él se ha encargado de ser el soporte de Isabel y de que Úrsula, la hermana, no notase tanto la ausencia de su madre en muchos momentos. «El pequeño no perdona y sale cada hora y media a comer, y si estoy yo Isabel puede echarse una siesta por las tardes y descansar, aunque a partir ahora se queda todo el trabajo para ella, y no es poco porque dos hijos es un poco más que el doble que uno», asegura su marido, quien va a echar de menos el ir a buscar a Úrsula todos los días al colegio.

«Hace falta coger el ritmo a todo, a los horarios, a la falta de horas de descanso, a la nueva situación en general y no puede ser que sea la mujer la que se encargue sola de todo el proceso», comenta Esteban mientras Isabel asiente sabiendo que, a partir de ahora, será ella la que lleve la carga de los dos pequeños casi en solitario hasta que llegue el fin de semana.

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