Guillermo, ataviado para la serie Juego de Tronos. :: l.r.

Esclavo en las Bardenas

Guillermo Pascual, calagurritano 'extra' en Juego de Tronos

Sanda Sáinz

Jueves, 19 de mayo 2016, 15:10

Una de las series más exitosas de los últimos años, la superproducción estadounidense de la cadena HBO Juego de Tronos, estrenó a finales de abril su sexta temporada (Canal + series de Movistar+). Se trata de una ficción de aventuras basada en los libros 'Canción ... de hielo y fuego' de George R. R. Martin.

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Parte de esta nueva temporada se grabó en escenarios naturales e históricos de España, entre ellos las Bardenas Reales de Navarra, donde hubo doscientos extras y unos sesenta caballos.

El calagurritano Guillermo Pascual fue uno de los pocos riojanos que participaron. «Tenemos un grupo de whatsapp de Jiu Jitsu (arte marcial) y pusieron que se iba a hacer un casting para los extras de Juego de Tronos, así que fuimos dos y me cogieron a mí. También había una chica de Rincón de Soto, pero la mayoría era de Navarra y algunos de Aragón y otras zonas, desde fans hasta gente que no sabía nada de la serie. Nos presentamos cuatro mil», comenta.

El casting tuvo lugar en Tudela el día 4 de julio del año pasado. La empresa encargada de la selección, 'Modexpor', buscaba hombres y mujeres de entre 18 y 65 años, morenos, mediterráneos, con buenas condiciones físicas y sin tatuajes.

«Nos hicieron fotos, unas preguntas (si sabíamos inglés, si hacíamos deporte y qué aficiones teníamos), medidas, peso y nos abrieron una ficha», explica.

Le llamaron dos semanas antes del rodaje para decirle que le habían seleccionado, que no se cortara el pelo ni se afeitara para presentar un aspecto desaliñado de cara a la grabación (representaban a esclavos). El 10 de septiembre tuvo una prueba de vestuario en el pabellón de deportes de Valtierra.

Los días 24 y 25 de septiembre se llevó a cabo el rodaje. Acudían a las cinco de la mañana en Valtierra para vestirse, maquillarse y desayunar. Luego se trasladaban a las Bardenas. La jornada terminaba a las siete de la tarde. «A primera hora hacía mucho frío y nos daban mantas, pero conforme avanzaba el día el calor era intenso. Actuábamos como esclavos pero nos trataron como reyes. Incluso los protagonistas se hicieron fotos con nosotros (entre ellos la actriz principal Emilia Clarke). Fue todo muy profesional. Cobrábamos 50 euros pero la mayoría estábamos por la experiencia», dice Guillermo, quien añade que les dijeron que «saldríamos en los primeros capítulos y que no desvelásemos nada hasta el estreno».

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