Una intensa tormenta se salda con varios incidentes en Calahorra

El primero de estos trastornos vino de la mano de los continuos cortes de luz que no cesaron mientras caía la tormenta (hasta seis cortes de corriente en media hora llegaron a contabilizarse en algunas zonas); el segundo tuvo que ver con la inundación de parte de la avenida Valvanera.

Esta vez no fue en el lugar habitual. El colector que se inauguró el año pasado tras una importante inversión que llegó hasta los 457.378,03 euros hizo su labor en un lugar en el que durante años los vecinos han tenido que sufrir continuas inundaciones de sus locales, bajos y plazas de garaje. Ayer fue la zona adyacente al colegio Quintiliano (en la intersección entre la avenida Valvanera y la avenida de Los Ángeles) la que se vio inmersa, de nuevo, en una de estas inundaciones y además, según los vecinos, llegó acompañada de un fuerte olor provocado a descomposición provocado, en su parecer, por el mal estado de conservación de algunas alcantarillas de la zona.

A los cortes de luz, habituales en momentos de tormentas fuertes como las de ayer y las inundaciones de algunas calles, se unió otro curioso hecho. Y es que el Cidacos empezó a bajar con más fuerza de la habitual para estas fechas del año y un vehículo tuvo un pequeño percance en la carretera que sobrepasa el río desde la zona de Melero hasta la carretera que va al santuario del Carmen. Se trata de una vía muy frecuentada por vehículos a lo largo de todo el año que la utilizan para ir de un polígono a otro sin la necesidad de cruzar todo el centro del municipio y que está señalizada como zona inundable en las inmediaciones del Cidacos, con lo que hay que tener especial precaución especialmente en invierno y primavera, cuando el río baja con mayor fuerza, pero también en situaciones como las de ayer de intensas precipitaciones.

Fue allí donde una conductora se vio sorprendida al pararse su vehículo en el centro de la avenida del río. Con la llegada de una patrulla de la Guardia Civil se dio a aviso a los bomberos para acudir a la zona y sacar el coche que corría peligro de ser arrastrado por la corriente.

Finalmente, no hizo falta la presencia del camión de bomberos, que ya había salido del parque ya que con la ayuda de la patrulla fue más que suficiente para solventar el problema. Una anécdota más de la impresionante tormenta que padecieron ayer los calagurritanos.