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Niños de la ludoteca acariciando a un búho. :: i. álvarez.
Un amigo con plumas

Un amigo con plumas

Aves de Tierra Rapaz visitaron la ludoteca de Calahorra

I. ÁLVAREZ

Sábado, 4 de julio 2015, 19:27

Una de las peculiaridades más sorprendentes de los búhos para los seres humanos es su capacidad para girar su cabeza hasta 270 grados en cualquier dirección y sin sufrir ningún tipo de daño. Esta habilidad dejó boquiabiertos a los niños más pequeños de la ludoteca de verano de Calahorra, quienes ayer recibieron la visita de varias de las aves que cuida el parque Tierra Rapaz, instalado desde hace unos meses en las afueras de la ciudad.

Para localizar a sus presas en la oscuridad de la noche, los búhos mueven su cabeza de un lado a otro con una facilidad tan increíble que incluso les permite mirar directamente a algo que se encuentre a su espalda. María Ríos, una de las responsables de Tierra Rapaz, descubrió a los pequeños la gran destreza de estas rapaces, que se dejaron querer por los niños.

Desde el parque llegaron a la ludoteca otras aves más imponentes: dos halcones harris, con los que se hicieron varias exhibiciones de vuelo. Los más atrevidos no dudaron en enfundarse un guante de cetrero para sentir la sensación del animal levantando el vuelo o ver como se posaba en su brazo después de la llamada de uno de los halconeros del parque.

La experiencia, tanto para la ludoteca como para Tierra Rapaz, fue un éxito. María Ríos, que no escatimó en explicaciones y facilitó a los pequeños el contacto con las aves, se mostraba satisfecha con esta primera salida de los ejemplares del parque. «Lo hemos hecho para que los niños conozcan de primera mano la biología de estas aves, pueden empezar a interesarse por ellas y si quieren visitarnos después, que sepan que en el parque tenemos muchos más pollitos naciendo de los huevos», comentaba sobre el objetivo de la visita. «Sobre todo se trata de que los niños amen a estas aves y aprendan a cuidarlas y a conservarlas», añadía.

110 niños

Un total de 110 niños acuden estos días a la ludoteca de verano de Calahorra. En los próximos meses los chavales recibirán otras visitas especiales, que les descubrirán otros mundos y profesiones.

De momento, ayer se llevaron el bonito recuerdo de haber acariciado a un búho o haber visto volar a un halcón a muy poca altura. Además, estuvieron muy cerca de los pollitos de búho, de cárabo y de lechuza que han nacido en el parque de rapaces, en el que este verano también se ha organizado una ludoteca combinada con un programa de aprendizaje del inglés.

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