«La contestación ciudadana al Raso ha sido una cuestión política»

- El último año de legislatura, Calahorra ha podido desarrollar todo tipo de actuaciones que se habían visto frenadas por la crisis. ¿Cuáles son las que más destaca?

- Ha sido un año muy intenso. Después de un período de ahorro, propiciado por el PP por la necesidad de tener una gestión austera y cumplir con unos criterios de déficit y de estabilidad presupuestaria, ahora hemos podido disponer de una cantidad económica que nos ha permitido realizar, al menos, las obras más imprescindibles. Desde el punto de vista de atención a los ciudadanos, hemos construido el colector de aguas pluviales de avenida de Valvanera, que va a solucionar un problema de inundaciones. Desde un punto de vista turístico e histórico hay que señalar las obras que hemos hecho en la plaza del Raso, la rehabilitación de la plaza de abastos y el traslado de la oficina de turismo allí, así como la apertura de una cafetería que está dando muy buen resultado. Todo ello forma parte del plan que tiene en la cabeza este equipo de Gobierno para reformar muchas zonas del casco antiguo. En una siguiente etapa deberíamos seguir por el estudio y formalización de las obras de la plaza de la Verdura y del entorno de San Francisco. Todo esto lo queremos hacer sin dejar a un lado los Servicios Sociales. Nunca hemos querido menospreciar ese sector, sino, muy al contrario, dotarlo de todos los medios posibles para satisfacer las ayudas a domicilio, la atención de becas, de alimentos .

-¿Qué proyectos contempla para el futuro?

-Ahora mismo tenemos obras por concluir como puede ser el nuevo campo de fútbol de hierba artificial. Fundamentalmente, me gustaría contar con la venta del cuartel de la Guardia Civil. Si no se consigue la venta, lo que tenemos en presupuestos es la ampliación del archivo, la construcción de nichos, que evidentemente hay que hacer todos los años, convocar un concurso de ideas para la plaza de la verdura o la reforma del entorno de San Francisco. Si vendemos el solar del cuartel podremos hacer otras actuaciones como, por ejemplo, rehabilitar toda la plaza de la Verdura o hacer un centro de interpretación de lo que era una casa judía, ya que ahora estamos urbanizando la judería.

-¿Cuándo se sacará a la venta el cuartel?

- En su día dije que quería sacarlo en febrero, pero todo está pasando tan rápido.., que ya estamos en febrero. Ahora vamos a entrar en periodo electoral, por eso espero que nos dé tiempo suficiente para sacarlo a la venta antes de las elecciones.

- Una de las iniciativas más complicadas de las ejecutadas el pasado año, por la polémica que despertó, fue la reforma de la plaza del Raso. ¿Está satisfecho con el resultado? ¿Qué le trasmiten los ciudadanos?

-A esta obra le pondría un título: Después de la tempestad, llega la calma. Hubo una tempestad, pero sólo para algunos porque los que estuvimos en la inauguración sólo vimos a un grupo de entre 30 y 40 personas, entre ellos concejales socialistas y miembros de otros grupos afines al PSOE y al Partido Riojano. Pero, al final, la contestación ciudadana al Raso ha sido una cuestión más política que real. Al menos, lo que yo veo en la calle cuando me paran es que hubo gente que en su día me paró y me dijo que nos les gustaba y otros que me dicen que ha quedado muy bien. La gente es libre de que le guste o no le guste, pero me pareció exagerada la contestación por parte de algunos. Lo que nadie puede negar es que ese entorno está cambiando.

- El 2014 ha sido un año de noticias que pasarán a la historia de Calahorra, como la renuncia de Javier Pagola como alcalde, la visita de los Reyes de España, la declaración de la Semana Santa como Fiesta de Interés Nacional. ¿Cómo ha vivido todos estos acontecimientos?

-Ha sido un año en el que el 99% de las noticias han sido positivas. Estoy absolutamente satisfecho de la labor que se ha hecho desde el Ayuntamiento. Lo que sí tengo claro es que si lo que se nos pide a los políticos es que trabajemos, puedo garantizar que en este equipo de Gobierno estamos trabajando como animales.

- La puesta en marcha del polígono del Recuenco es algo que todavía esta pendiente. ¿Qué se está haciendo al respecto?

- Tenemos un polígono maravilloso, con un millón de metros cuadrados y muy bien organizado, pero no se puede entrar a él. Con Sepes estamos en una fase complejísima porque hay pleitos pendientes de muchos propietarios con Sepes, hay que volver a hacer expropiaciones... No es una cuestión de dos o tres meses. Hay que ver si el año que viene se puede ya entrar. Yo estaría muy preocupado por este tema si tuviese una avalancha de peticiones de industrias para entrar allí, pero hemos tenido la mala suerte, a nivel nacional, europeo y mundial, de tener una crisis económica.