El belén viviente, «experiencia única»

Agoncillo celebró ayer una nueva representación de su tradicional belén viviente. La plaza del Castillo fue una vez más el escenario natural de una función que comienza en el foso de la fortaleza de Aguas Mansas y concluye en la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de la Blanca. Como es habitual, los propios vecinos de la localidad interpretan a los personajes de esta obra de teatro navideña que, como siempre, contó con cientos de espectadores. Pero también hubo algún cameo, como el de Álvaro Manzanos, alcalde de Viguera, quien interpretó a José.

«Este evento, que se ha convertido en una cita imprescindible en el calendario navideño de La Rioja, cuenta con la participación de numerosos voluntarios que aportan su entusiasmo y dedicación para dar vida a esta maravillosa puesta en escena», destacaba el día anterior la alcaldesa de Agoncillo, Encarna Fuertes, quien ejerce de narradora en vivo de la obra. Y es que el sonido de la función es en directo, lo que propicia algunos contratiempos, como algunos sufridos también por la presencia de animales. Un burro, por ejemplo, reacio a cumplir su papel en el belén, abandonó la escena de forma improvisada.

La representación cumplió su edición 28 recreando desde la llegada de José y María a Belén hasta la aparición de los Reyes Magos en el establo en el que nació Jesús. En el evento colaboran un centenar de vecinos y las asociaciones de la localidad. Fuertes describe el espectáculo como «una experiencia única por la emotividad y la majestuosidad».

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