Cenicero recibió en la tarde-noche del sábado a cientos de visitantes que se acercaron desde diferentes puntos de La Rioja y País Vasco para disfrutar de una mágica noche de puertas abiertas en los calados de la localidad.
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Fueron once los espacios que ... participaron este año en la iniciativa, organizada por la asociación Cenicero se mueve y que cada edición repite su éxito. Ya por la tarde eran muchas las personas que hacían fila en los bajos del Ayuntamiento para poder adquirir su copa y esperar el comienzo de la ruta por la localidad descubriendo sus calados, trayecto que estuvo amenizado por la música itinerante de la Rondalla de Pichano y Dunia Villoslada.
Esos espacios únicos, donde el vino sabe de otra manera, recibieron a decenas de cuadrillas que quisieron disfrutar de los tintos y los blancos de otra forma, a la vez que descubrían una de las señas de identidad de la localidad, sus calados. En cada uno de estos espacios, además de poder probar sus diferentes vinos y conocer más sobre la historia de cada calado, también se ofrecía a los visitantes un pequeño aperitivo para acompañar la bebida.
Además de esta ruta por los once calados, durante la jornada también se celebraron otras actividades que completaron una tarde-noche mágica, como las visitas al Museo del Vino y la Viña de Cenicero, a la exposición efímera 'Bodegas y bodegones' que se ubicaba en el quiosco de la localidad, la degustación de pincho moruno que estuvo organizada por la Peña Athletic Cenicero City o la ruta turística nocturna por los monumentos de Cenicero.
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