Los azulejos de los históricos bancos de Pradillo vuelven a brillar

La rehabilitación de los históricos bancos de Pardillo, a falta de los últimos retoques, ya ha finalizado, lo que permitirá su salida de la 'Lista Roja' de la asociación de defensa y protección del patrimonio Hispania Nostra. Aunque buena parte de ellos permanecen cubiertos como cada invierno, para protegerlos de las inclemencias del tiempo, ya se puede comprobar no solo el cambio de posición, unos metros más alejados de la carretera N-111, también la sobresaliente restauración de los azulejos.

El Servicio de Conservación del Patrimonio Histórico Artístico del Gobierno de La Rioja asumió el año pasado la obra de conservación y restauración de los catorce bancos de hormigón, cuya construcción se ha atribuido siempre a Jacinto Hernández Rojo, en 1935, aunque la memoria final de la restauración corrige esta afirmación y atribuye la obra a dos albañiles de Ortigosa que trabajaban a la vez en otra obra, la del embalse, por lo que el hormigón utilizado incluso podría ser el mismo.

La intervención se adjudicó a la empresa riojana especializada en cantería Construcciones Maroba por 38.054,50 euros (IVA incluido). Nuria Esteso y Celia Cabezón han sido las encargadas de llevar a cabo la restauración de los azulejos y el vicerrectorado de Investigación, Transferencia del Conocimiento y Divulgación Científica de la UNED se ha encargado de la asistencia técnica, liderada por Antonio Perla, quien firma la memoria final.

La razón por la cual existen esos anuncios, la mayoría de empresas ya inexistentes, es que estas, algunas de las más importantes de Logroño y La Rioja en la primera mitad del siglo XX, realizaron aportaciones económicas para la construcción del frontón del parque del Prado de Pradillo y para la posteridad quedó así el reconocimiento. El valor de los mismos se justifica porque, además, los azulejos son una auténtica y singular obra de arte realizada por Cerámica Riojana.

«El intenso tráfico de camiones pesados que tiene la carretera es uno de los factores que se ha tenido en cuenta como causa de un movimiento que ha podido afectar a los bancos, permitiendo con las vibraciones que se abran las juntas entre los azulejos y por ellas penetre el agua, completándose en invierno el ciclo de agua y hielo que ha ido reventando los azulejos», expone la memoria. Por tanto, se han retranqueado los bancos del lado Este para preservarlos de la contaminación y de las vibraciones ocasionadas por el tráfico pesado, además de favorecer una zona de seguridad ante posibles accidentes. Y es que dos salidas de la calzada, décadas atrás, provocaron daños en algunos bancos.

Una vez movidos los asientos de hormigón, se trabajó en el azulejo. «Lo primero ha sido la limpieza sistemática, eliminando con un tratamiento biocida y de forma mecánica todos los líquenes. Esta aplicación ha afectado tanto a la superficie de la azulejería como a la superficie de hormigón», detalla la memoria de Antonio Perla. Cabe destacar que toda la restauración se ha realizado allí, en Pradillo, sin realizar ninguna extracción.

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