La renovada Casa Bobadilla busca su futuro

«Con la casa consolidada ya para varios años, el Ayuntamiento ya está tranquilo por haber frenado su deterioro –asintió ayer el alcalde Javier García en una visita al histórico caserón después de los trabajos de recuperación del edificio–. Ahora queda decidir qué hacer con ella en el futuro».

Ubicada en el corazón histórico de la ciudad, la Casa Bobadilla dio la voz de alarma en la madrugada del 1 de diciembre de 2019. Después de unos días de copiosa lluvia, su fachada lateral se derrumbaba. Era el grito de un caserón de más de mil metros cuadrados que llevaba desde 2007 sin uso, sin abrirse al día a día, una vez que la Asociación Amigos de Arnedo ubicó su sede en otro local.

Una primera actuación de urgencia retiró escombros y riesgos en un edificio que pasó a manos municipales después de que el historiador Fernando Fernández de Bobadilla y Ruiz lo donara a la ciudad en 1988. Desde hace unas semanas, la casa late más tranquila una vez finalizados los trabajos de consolidación que, con una inversión de 117.732 euros, «han eliminado el riesgo de derrumbe».

Apuntalado el interior, analizado el estado de cada viga, las manos expertas de los trabajadores de Construcciones F. Martínez repararon las cubiertas derrumbadas colocando placas de fibrocemento sobre las que descansa teja nueva. Además, reconstruyeron el forjado de un lateral arrastrado por el derrumbe y han cerrado fachadas laterales. «Lo importante es que no pasen otros veinte años sin actuar –señalaba el aparejador arquitecto técnico municipal, Javier Larraza–. Es un edificio que requiere mantenimiento».

Partícipe de parte de la historia arnedana, surgen las preguntas para que este edificio señorial, de cuatro alturas, que se abre a cinco o seis estancias por cada una, pueda tener futuro. «No es una prioridad ahora para nosotros, no tenemos nada pensado –reconoció el alcalde arnedano–. Se deberá pensar en el siguiente mandato, pero el edificio puede tener usos como un negocio de turismo rural, pisos turísticos... Si hay alguien interesado, el Ayuntamiento está dispuesto a vender y asesorar a cualquier emprendedor en materia de subvenciones, trámites...».

La Casa Bobadilla es un edificio protegido por el Plan General municipal. Además, Patrimonio obliga a preservar sus fachadas por su interés. Pero, a partir de ahí, cualquier reforma interior para adaptarlo a cualquier uso está permitida. Eso sí, requiere una importante inversión para su rehabilitación interior tras mucho tiempo sin habitarse.