La parroquia arnedana tiene un nuevo proyecto entre manos para mejorar dos de sus templos: renovar la iluminación de las iglesias de San Cosme y San Damián y de Santo Tomás. Y va a ser posible gracias al legado de 6.000 euros que dejó a la parroquia el sacerdote arnedano Santiago Gil de Muro Quiñones, fallecido el pasado 9 de abril a los 97 años.
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Además de profesor del Seminario de Logroño o de las Escuelas de Magisterio, Enfermería y Comercio o delegado de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, si algo distinguió a Santiago Gil de Muro Quiñones fue su enorme afición, amor y promoción del cine. Como guiño a esa pasión en la que la iluminación es fundamental, la parroquia arnedana ha bautizado este proyecto como '¡Luces, lámparas... acción!'.
El propósito de la parroquia es sustituir la actual iluminación de ambas iglesias, las dos que acogen las principales ceremonias en la ciudad, por una con el sistema LED, lo que permitirá un menor consumo energético y el consiguiente ahorro en la factura.
Al nombrar con ese guiño cinéfilo a quien permite con su legado esta mejora, la parroquia quiere homenajear a Santiago Gil de Muro, nacido en 1923, en el año en el que cumpliría su número 75 de sacerdocio.
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