La reforma de los accesos norte enfila el final de obra y estará operativa en marzo

«La reforma estará terminada para Semana Santa –afirmó ayer el alcalde de Arnedo, Javier García, en una visita de obra junto al consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja, Álex Dorado, y al director general de Infraestructuras, Vicente Urquía–. El avance en el tramo entre las Revueltas Viejas y Calzados Himalaya, que está a falta de una capa de asfalto, ya deja ver cómo va a quedar la zona».

La reforma está habilitando aceras y un carril bici donde antes no los había, mejorará el pavimento de la transitada zona y, bajo tierra, ha atendido la necesidad de renovar las redes de agua, saneamiento y abastecimiento. A falta de ultimar cada detalle, el primer tramo ejecutado ya presenta dos carriles para vehículos de 3 metros de ancho, arcenes de 0,40 metros a ambos lados y una acera de 1,80 metros de anchura, además del carril bici de 2 metros de ancho.

Con 3.182.403,95 euros de presupuesto, financiado al 50% por Gobierno riojano y Ayuntamiento arnedano, es la mayor inversión en la ciudad del calzado en esta legislatura. «Esta obra habla de la importancia que Arnedo y su músculo industrial tienen para el Gobierno de La Rioja, que está invirtiendo de forma decidida en mejorar sus polígonos, como ya hicimos en el de Planarresano por 1,2 millones, inversiones debidas a la ciudad para mejorar la seguridad vial de peatones y conductores, favorecer la movilidad diferente y sostenible en bicicleta y redundar en la calidad de vida de los trabajadores y de los compradores de esta zona también comercial», apuntó Dorado.

Con trece meses ya de máquinas y operarios de la empresa adjudicataria en la zona, Riojana de Asfaltos, y aunque transcurre en el plazo de ejecución de dieciocho meses, Comunidad y Ayuntamiento reconocen que está siendo una «obra larga». Aunque el propósito de administraciones y empresa era que estuviera concluida en diciembre, dar solución a todas las canalizaciones frenó ese avance previsto.

Buscando la convivencia entre los trabajos planteados a ejecutar y el ritmo diario del polígono, la dirección de obra ha cuidado que siempre haya un carril abierto para que circulen vehículos, ha facilitado accesos a las empresas para carga y descarga, etc. «En la dirección de obra solo hemos recibido una queja en este tiempo –señaló Urquía–. Hemos buscado el equilibrio entre las obras y que las empresas puedan seguir trabajando».