Paco Checa expone en el centro cultural Caja Rioja Bankia de Arnedo decenas de piezas artesanales elaboradas con material reciclado

Cuando las lesiones le frenaron saltar al campo de fútbol, Paco Checa se adentró en los entornos naturales y montes del valle del Cidacos. Y en la naturaleza encontró la inspiración. «En mis paseos comencé a recoger madera, palos, raíces, como almendros secos. Y vi que tenía muchas posibilidades», describe. Tantas que lleva años dedicado a tallar madera para crear distintas esculturas inspiradas precisamente en la naturaleza y en lo que encuentra en sus paseos.

Tanta inspiración y tanto trabajo, que este arnedano, madrileño de adopción, expone parte de su mucha obra estos días en la que es su segunda exposición en el centro cultural Fundación Caja Rioja-Bankia de la ciudad del calzado. Los interesados pueden contemplar y disfrutar en su sala principal hasta el 30 de marzo de lunes a sábado, en un horario de 18 a 21 horas, más de 60 piezas de diferentes temáticas y tamaños y decenas de bastones tallados.

Sus primeras piezas nacieron de la talla con su navaja. Con la jubilación, ha ampliado horizontes a través del uso de otros materiales reciclados, como hierros, mobiliario de hogar, etcétera. «He aprendido a soldar y he ampliado a otras estructuras gracias a que el hierro también ofrece muchas posibilidades para plasmar lo que me viene a la cabeza», describe.

Y las imágenes de su mente que hacen realidad sus manos son desde figuras humanas, de aves o seres marinos hasta mobiliario como hamacas, sillones o mesas, pasando por un tractor con el cuerpo de una vieja máquina de coser y guiños al que fue su oficio de zapatero y a la ciudad del calzado.

La exposición es una pequeña parte de todo lo que guarda en casa y en la huerta. «Al principio llevaba un ritmo de una pieza por día –recuerda–. Ahora me dedico a hacer piezas más pequeñas y elaboradas».

Con todo lo expuesto en el centro a la venta, la exposición es también una reivindicación de la labor artesanal y de lo que se puede hacer con las manos, una cepilladora, un taladro... «No necesito más maquinaria. Busco hacer cosas únicas, pero la gente cada vez lo valora menos y la artesanía va teniendo menos salidas», lamenta.

Mientras, Paco Checa seguirá encontrando y plasmando. De hecho, ya ha solicitado al centro cultural fecha para una nueva exposición. Será la tercera.