El olvidado entorno del castillo de Arnedo

La última vez que vi una máquina de limpieza en estas calles fue cuando, antes de la pandemia, pasaban las rutas teatralizadas... Entonces sí estaban limpias». Es la resignación de uno de los vecinos mayores de la calle Carreto ante el estado que presenta la zona donde nació.

Ante el deterioro del pavimento –y posiblemente también de las redes– y por la suciedad que encuentran a diario, los vecinos de las calles Conde, Carreto y Terradillos, en el casco antiguo arnedano, han enviado un escrito junto a sus firmas al Ayuntamiento para pedir una renovación integral de estas vías. Viendo cómo se acometen actuaciones en otras zonas del casco antiguo, solicitan la sustitución del firme y de las redes de saneamiento, acometidas de agua y otros servicios en las calles Conde, Carreto y Terradillos.

De pronunciada pendiente por su ubicación en la ladera del castillo milenario, los vecinos señalan durante el paseo con el cronista un registro y varias de las escasas alcantarillas y arquetas totalmente colapsados en la calle Terradillos, junto a la iglesia de Santa Eulalia. Unos metros más abajo, otra alcantarilla casi cerrada.

Reclaman que se saneen pues, cuando llueve, cuentan que no tragan y el agua 'baja a mar', arrastrando toda la suciedad calles abajo. Mientras temen que algún día las filtraciones en la zona afecten a sus hogares, apuntan como solución acondicionar un colector que recoja esas aguas.

La memoria de los mayores les lleva a 1982 para recordar la última actuación en estas calles. Desde entonces, continúan las mismas tuberías de cemento y tomas de plomo a los edificios. En las últimas semanas, los vecinos han visto que «se ha parcheado» el pavimento en varios puntos.

Hasta la plaza de San José, cuentan 32 parches por la calle Carreto. El arreglo de averías, la instalación de gas y otras canalizaciones dejan unas calles con «gran cantidad de grietas, hundimientos y parcheados que dificultan el paso a pie o la propia limpieza de la calle». Entre esas grietas, alguna vez han visto y grabado ratas, situaciones que han trasladado al Ayuntamiento.

Zona de bodegas, asentada sobre arenisca, son conscientes de que meter maquinaria pesada en esas calles tan angostas es complicado, pero aspiran a que las actuaciones en otras zonas como Isidoro Gil de Muro o Carrera y adyacentes lleguen a su zona para evitar filtraciones. Porque, apuntan, son calles donde vive y se mueve mucha gente y adonde han llegado nuevos vecinos en los últimos años. «Los vecinos nos preocupamos por tener la zona decente, sólo pedimos que el Ayuntamiento se acuerde de nosotros y actúe también», reclama uno de ellos.

En ese sentido, de cara al día a día, advierten de que el «servicio de limpieza viene cuando les llaman». Y no sólo afecta a los vecinos, sino a los muchos visitantes que recibe esta zona de paseo entre el Patio de la Casa del Conde (primer ayuntamiento y primer cuartel de la Guardia Civil en la ciudad), la iglesia de Santa Eulalia y el castillo. Para cuidar y potenciar el turismo de la zona, llaman a continuar y terminar el paseo empedrado hacia la subida del castillo que marcha por detrás de la iglesia de Santa Eulalia. Ahí han quedado los paneles informativos, pero el sendero quedó inacabado, con el riesgo de derrumbe de rocas de arenisca de la ladera.

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