Una nueva vida tras salir de Ucrania

«Tenemos una familia de siete integrantes en el monasterio de Vico, otras dos están en el piso de Cáritas y otras dos han quedado en casa de una familiar», describe Santiago Álvarez, director de Cáritas Arnedo. Sonreía agradeciendo a Íñigo, Aitor, Lidia, Jesús, María y Natalia el viaje y a Vitali, ucraniano residente en la ciudad del calzado que ha acompañado a las tres familias de Leza para servir de guía.

Después de partir de Arnedo en la mañana del martes, la expedición llegó en la tarde noche del miércoles a Varsovia. Así, descargaron toda la mercancía humanitaria que trasladaron: medicamentos, alimentos, mantas, sacos, ropa de abrigo y calzado. En la mañana del jueves, se pusieron en contacto con un centro de refugiados ucranianos en la capital polaca.

Al llegar a la ciudad, un contraste enorme. No solo huyen de la guerra, sino que encontraron un Arnedo en fiestas. Todos los colectivos se volcaron con Cáritas y con los refugiados para que, en especial los pequeños, disfrutaran de momentos de desconexión en la feria.

A partir de hoy, darán los pasos previstos para que obtengan la documentación, atención médica, escolarización, vestido, calzado...