No fue un lunes cualquiera en Arnedo

Pero la llegada del lunes para los arnedanos significaba una advertencia. Disfrutado el fin de semana, la jornada de este lunes suponía superar el ecuador y adentrarse en la recta final de la diversión. Pero ese pensamiento se evaporó al ver el sol que aumentó ayer las temperaturas y arropó todavía más el ambiente. Así que no había excusa y esperaba la calle. En la República Argentina, suelta de reses bravas, en esta ocasión larga, por más de hora y media incluida la de becerras para la cantera.

Y no sólo fue más larga de lo habitual al no contar con la posterior en el Arnedo Arena, sino que fue la más aplaudida como agradecimiento a la bravura de los astados de la ganadería Teodoro Vergara, de Falces, y del espectáculo dado por los recortadores. Alguno incluso se atrevió a citarlas y quebrarlas a la par.

A medida que avanzaba, la chaqueta de la peña iba sobrando, sobre todo si estabas al sol. Los arnedanos lo aprovecharon, sobre todo los que eran conscientes de que hoy los cielos se nublan y mañana incluso amenazan con lluvia.

La recta final de fiestas también dejó otra evidencia: pasado el fin de semana, muchos han optado por destinos vacacionales... o han tenido que acudir a trabajar a otros lugares. Sea como fuere, había huecos que durante el fin de semana no existían en el lado seguro del vallado. Aunque muchos han vuelto disfrutado el viaje, no han sido tantos como los que han marchado. Eso sí, el ambiente en las calles sigue siendo multitudinario y feliz. Como lo demostraron tras la suelta los muchos niños que saltaron al recorrido como cantera durante el encierro chiqui.

La conclusión de la suelta aceleró la agenda del programa de fiestas a través del mediodía. La charanga Strapalucio sonaba en el pasacalles con el que la peña La Chispa llevó la alegría de las fiestas a la residencia de mayores. Casi a la misma hora, Gorgorito se afanaba por proteger a los tres cerditos del lobo en la plaza de Vico y la Asociación Toro en la Calle soltaba toros hinchables en el recorrido del encierro. Muchas familias tuvieron que elegir, quitando público el uno al otro.

Donde no hubo coincidencia fue a la hora de alimentar el estómago. La Lubumbas ofreció una degustación de queso fresco en la Puerta Munillo, a cuyo alrededor fueron llenándose las terrazas de los bares aprovechando la temperatura veraniega. Como hicieron el sábado la Tao y La Chispa, el club taurino ofreció un obsequio a la Lubumbas por sus 50 años como peña y alma de las fiestas.

Después, decenas de sus peñistas se sentaron a la mesa para compartir la comida por su 50 aniversario en la carpa de la plaza de España. También La Chispa tuvo su comida de hermandad. Se abrió una tarde con música en las peñas, con pinchadiscos en la Tao y La Chispa y el tributo beatle de The Nowhere Plan en la Lubumbas. Las degustaciones llevaron a una nueva suelta de reses bravas, ésta nocturna, abriendo una velada en la que la carpa vuelve a abrir para una fiesta joven.