Derribada la casa que sostenía un apoyo del Arco de las Nieves

Después de las labores de desescombro y limpieza del solar resultante, el último vestigio de la muralla medieval que protegía la ciudad ha quedado independiente de apoyos. Y desde ayer luce rodeada por una valla que impide el acceso a la parcela sobre la que crecía el edificio derribado.

También conocida como la Puerta del Cinto por tener su origen en ser parte de la protección de la ciudad, una muralla levantada a finales del siglo XIII o comienzos del XIV, la propiedad privada del inmueble había solicitado los trámites oportunos tanto al Gobierno de La Rioja como al Ayuntamiento arnedano para demoler la vivienda. Su objetivo es construir otro edificio residencial en su lugar.

«Patrimonio lo autorizó siempre que los trabajos preservaran la integridad del Arco, además de la obligación de contar con supervisión arqueológica durante su desarrollo y de estudiar si surgían nuevos restos de la muralla al retirar las paredes», explica el portavoz del grupo de gobierno, Raúl Domínguez.

Ante el desarrollo de estos trabajos de demolición del inmueble y retirada de los escombros, el tráfico en la zona quedó alterado durante estos pasados días, quedando cortado. Pero ya ayer se restableció con normalidad en el tramo de las calles Isidoro Gil de Muro, Hermano Lino Moreno y San Francisco, que suponen parte de la entrada y salida del tráfico rodado al casco antiguo.

En su apuesta por el patrimonio, el Ayuntamiento dedicó cerca de 8.000 euros en 2016 para los trabajos que recuperaron y consolidaron la puerta, devolviéndole la imagen original.