El CTCR se suma a un proyecto europeo para las industrias aeroespacial y textil

En esta nueva participación colectiva en un desarrollo europeo, el CTCR es uno de los doce socios del 'Thermofire', el nombre de un proyecto puesto en marcha desde este pasado mes de junio que tiene por objetivo crear componentes termoplásticos ignífugos de base biológica y reforzados por fibras naturales.

Según describe el CTCR, esta novedosa propuesta investigadora tiene como reto el desarrollo de nuevos composites (aquellos que están constituidos por dos o más componentes cuyas propiedades son superiores a las que cada uno tiene por separado pero permaneciendo todos perfectamente identificables en la masa del elemento) basados en la biología y reciclables, potenciando que sus propiedades mecánicas queden mejoradas y, además, sean resistentes al fuego. Para todo ello, la investigación busca usar refuerzos de fibras naturales y retardantes de llama libres de halógenos.

«La producción de estos nuevos materiales compuestos motivará el desarrollo de diversos productos con aplicaciones aeroespaciales, de automoción y textiles –valora el CTCR–. Asimismo, 'Thermofire' contribuirá a que la Unión Europea se independice de los polímeros de origen fósil».

Con ese propósito, la convocatoria Horizon-JU-CBE-2022 de la Unión Europea financia este proyecto con un presupuesto de 4,5 millones para cuatro años.

La firma Avanzare Innovación Tecnológica, especializada en soluciones de alto rendimiento basadas en nanotecnología, es la coordinadora de este proyecto que cuenta con doce socios de distintos países como Francia, Italia, Grecia o España. Entre ellos, varios centros de investigación, como el que tiene su sede en el polígono industrial El Raposal de Arnedo.