La consolidación de la Casa Bobadilla avanza para garantizar su supervivencia

Desde unos días antes de las fiestas patronales a finales de septiembre, los operarios de la firma arnedana Construcciones F. Martínez montaron en el histórico caserón arnedano las estructuras para poder trabajar sobre ella. Después de una primera licitación que quedó desierta por la falta de propuestas por lo ajustado del presupuesto, la empresa arnedana resultó adjudicataria por un precio de 117.732,24 euros en el concurso público convocado por el Ayuntamiento.

En la noche del 1 de diciembre de 2019, la fachada lateral del caserón del siglo XVII cedió al paso del tiempo y a las lluvias de aquellas fechas y se derrumbó. Fue la señal de alarma para que el Ayuntamiento comenzara a buscar una solución al abandono del edificio que el historiador Fernando Fernández de Bobadilla cedió al municipio. Primero fue una actuación de emergencia. Después, contemplar una inversión mayor dentro del plan Activa Arnedo.

El primer concurso público, abierto por un importe de 82.826,51 euros, quedó desierto y, tras aumentar el presupuesto hasta los 118.956,37 para responder a la necesidad de los trabajos y el aumento del coste de los materiales, el Ayuntamiento encontró al segundo intento una firma interesada.

«Es una obra compleja, en la que se precisa mucha mano cualificada –describe el alcalde arnedano, Javier García, sobre el avance de las labores–. El interior de la casa está completamente apuntalado y el ritmo de trabajo es el normal pese a encontrar diversos problemas».

Eliminar escombros y consolidar estructuras internas son parte del proyecto, que cuenta como principal actuación para garantizar su supervivencia la renovación de la cubierta que evite filtraciones al interior.

La empresa cuenta con diez semanas de plazo de ejecución para acometer la consolidación. Pero el regidor arnedano subraya que no hay prisa. «Queremos que quede consolidada y que no sufra en años más deterioro que la conviertan en una ruina –expone García–. Estamos actuando para que no se venga abajo y para que en los años siguientes se estudie otro uso para la casa».