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Con la resaca de la gran tarde de toros del sábado se volvió al Arnedo Arena este domingo. La historia era distinta. Seis erales para tres novilleros sin picadores. Los finalistas del Zapato de Plata que va ya por su vigésima edición. Había mucho ... en juego. Corrió muy bien los vuelos en el recibo capotero a su primero Fabio Jiménez, por verónicas que remató con una media lenta en el centro del anillo. Por gaoneras dejó Carla Otero su carta de presentación y por saltilleras le replicó el riojano, que comenzó la faena de rodillas. El animal tuvo calidad pero sus fuerzas escasearon. Faena aseada, limpia pero a la que le faltó chispa en algunos momentos. Cortó una oreja. Un tío fue el cuarto, serio, cuajado y bien armado por delante. Carla fue en el quite esta vez por delantales. El novillo se descubrió pronto y buscó a la defensiva las tablas. Fabio lo trató de lidiar con muletazos poderosos, de gran mérito alguno de ellos, pero le faltó compostura a la faena, no era fácil. Tuvo mucho mérito la lidia a este cuarto por ambos pitones, aunque más por el izquierdo porque derrotaba mucho. Cerró por manoletinas tras sonar el primer aviso.
Bravo y exigente fue el primer novillo que le tocó a Carla Otero. Animal correoso al que tuvo que poderle. Fue muy incierto en banderillas primero y después en la muleta necesitaba firmeza en el trazo. Tenía genio el eral de Álvaro y Pablo Lumbreras, bravo. Carla aprovechó las acometidas para ponerle la muleta en la cara. Cuando no se la presentaba firme, los pasajes se descomponían por los enganchones, pero la faena fue a más cuando el novillo bajó revoluciones y supo acoplarse mejor a la embestida. Rivalidad en quites también en el cuarto entre Carla y Diego. Otero tiró de arrojo con la muleta logrando muletazos buenos aunque le faltó solidez a la faena, que sí que tuvo algunos pasajes buenos y con transmisión. Cortó un trofeo y abrió la puerta grande.
Comenzó fuerte Diego Bastos recibiendo con dos largas cambiadas de rodillas al tercero. El alfareño quitó después por verónicas. Le costó hacerse al sevillano en el tercio de muleta con el novillo. No llegó a verlo claro y a estar a gusto. Era muy exigente, pero tenía codicia, movilidad y viajaba largo. Lo intentó por todos los palos pero no logró hacerlo suyo. En el sexto, Fabio optó por los delantales para el quite y Diego por chicuelinas para replicarle. El inicio fue un espejismo. Lo llevó largo doblándose por bajo, parecía que iba a romper pero la casta se convirtió pronto en genio y se descompuso. No logró hacerse con el toro y no hubo sintonía. Reunido el jurado después del festejo, éste falló el trofeo Zapato de Plata a favor de Carla Otero, que el próximo mes de abril debutará con picadores.
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