Calles de blanco, rojo y verde

Con la tranquilidad de la labor y la tradición cumplidas, con los santos Cosme y Damián bien cobijados y descansados en su iglesia de los intentos de robo de los hermanos navarros, los arnedanos se lanzan desde el sábado al disfrute de sus fiestas patronales sin ninguna prisa ni quehacer más allá del tiempo y del disfrute compartido. Una rutina festiva hasta el 2 de octubre bajo las indicaciones del programa de fiestas como guion, pero que en esta jornada ha tenido un incómodo invitado: el frío viento como eco de la anunciada bajada de temperaturas. Frente a éste, el deseo de que se cumpla la previsión de que vuelvan a alzarse en estos días.

Eso sí, el termómetro de las calles de Arnedo mantuvo altos los niveles desde primera hora de la mañana. Lo demostraron las cuadrillas de peñistas que animaron las dianas en el despertar danzando junto a la charanga de Makoki. Apenas doce horas después de que la Orquesta Mondragón llenará con miles de personas la calle República Argentina en un concierto bailado y coreado por varias generaciones, el escenario estaba desmontado y llegaba la primera suelta de reses bravas. Más buscando el sol que la sombra, cientos de aficionados se repartieron a ambos márgenes del recorrido y algunos valientes arrancaron aplausos con sus recortes. Y un susto al principio de la suelta, que se prolongó después bajo la cubierta del multiusos Arnedo Arena.

Con más calma, la Asociación de Personas Sordas en La Rioja desplegó una mesa para presentar a todos los interesados la campaña de sensibilización con motivo del Día Internacional de las Personas Sordas. Muchos se acercaron y aprendieron detalles sobre el lenguaje de signos. Y sobre comprender a todo el mundo.

Poco a poco, a medida que avanzaba el mediodía, la Puerta Munillo fue reuniendo a mucha gente, pintándose de los blancos, rojos y verdes de las peñas. En el puesto de la degustación, la Lubumbas preparó todo para ofrecer una de las más esperadas, la de migas preparadas con todo el saber y gusto por Caty y Domingo Aldama, el Chato. La fila que se montó para esperar la ración rodeó toda la Puerta Munillo.

La degustación hizo una parada para entregar los premios del quinto concurso de zurracapote convocado por la Lubumbas. Entre los veinte participantes, ganó otra peña, La Chispa.

Y fue el momento para una sorpresa: los representantes de las peñas Tao y La Chispa entregaron a los de la Lubumbas unos recuerdos como celebración de su 50 aniversario. La charanga de Makoki entonó el 'cumpleaños feliz' entre el aplauso de los presentes.

Desafiando al frío, que para eso existen las chaquetas de peñistas, muchos fueron llenando las terrazas. Al vermú le puso rock en castellano el grupo de versiones Hotel Ruido en la peña Tao, mientras el aroma a setas a la plancha atraía hasta el cuarto de La Chispa. Todo estaba servido para otra comida en cuadrilla y encarar la tarde con la primera novillada, pero también con el certamen infantil 'Imagina tus fiestas' en la Lubumbas o el lanzamiento de zapatilla en la Tao.

Después de que el alfareño Carlos Pérez Pascual viaje por el flamenco, está prevista una noche de versiones conocidas por todos en la carpa con Boulevard Rock y de baile con el pinchadiscos local Isi. Es noche de sábado, se espera larga, hasta este domingo, y multitudinaria.

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