La 'bomba' de Arnedo toma los cielos

Como si fuera una metáfora de la toma de relevo, a unas horas de que finalicen las de San Mateo, los arnedanos despertaban este jueves como lo hacían los logroñeses el pasado viernes, mirando al cielo. Atentos y deseando que la amenaza de la tormenta Aitor no se apuntara a las suyas, al inicio de sus fiestas patronales por San Cosme y San Damián de Arnedo, las últimas del calendario riojano.

Con más nubes que claros en ese despertar, la cita esperaba a mediodía en la plaza Nuestra Señora de Vico para seguir mirando al cielo. Para que miles de arnedanos recibieran juntos el inicio de sus fiestas, para que estallara en lo alto la 'bomba' que abría una semana feliz.

En ese camino frente a la balconada consistorial, decenas de cuadrillas tomaron fuerzas para un largo día de calle con almuerzos en bajos y bares. Esa fue una de las novedades de la peña La Chispa, que abrió su cuarto para compartir el almuercico. A unos metros, con decenas de familias presentes, la Lubumbas ponía su primer pañuelo a los nacidos en el último año.

A medida que avanzaba el reloj, todos los pasos tenían el mismo destino. Dentro del Ayuntamiento se ponían en marcha los rituales: el alcalde Javier García imponía el pañuelo festivo a los presidentes de las peñas, al pregonero Armando Rabanera, a las representantes de la juventud… Entre las sonrisas, la noche tan especial que habían vivido en el Cervantes en la gala del pregón y proclamación.

El jaleo en la plaza iba en aumento, con los más jóvenes tomando el centro y dejándose llevar por la música. Un jaleo que se pintaba de blanco, rojo y verde, los colores de las peñas. Y de granate kalimotxo y blanco harina…

Y llegó el momento que acelera siempre los corazones de los arnedanos, el más esperado del año, las 12.00 del mediodía del 26 de septiembre. Alcalde, pregonero y la representante juvenil, Shaila Chacón se asomaron a la balconada entre la algarabía de miles de arnedanos. Y se hizo la solemnidad: sonó el Himno de los Santos cantado por toda la plaza a pleno pulmón. Y emoción.

Los tres unieron sus manos, la mecha prendió, voló y la 'bomba' estalló en esos cielos tan observados anunciando el inicio de las fiestas patronales arnedanas, de siete días para disfrutar unos 200 actos de todo tipo en las calles, escenarios y peñas.

Lejos de la preocupación y la lluvia, en el cielo esperaba la felicidad. Una felicidad en forma del estallido de las tres charangas, de la danza con las peñas, del abrazo, sonrisa y deseo de buenas fiestas con tantos amigos, familiares y vecinos. Porque, con la 'bomba', comienza el largo pasacalles sin ninguna prisa como primer gran plato de estas fiestas. La comparsa de los gigantes y cabezudos, la carroza con las representantes juveniles y la Corporación, la Agrupación Musical Santa Cecilia encabezará ese pelotón lleno de alegría. Tras ellos cientos de peñistas dejándose llevar por la pura alegría compartida.

De las tres peñas, dos con estampas especiales. La Lubumbas, por su 50 aniversario, con la llamada a rescatar la boina en la vestimenta y la turuta en el ambiente. Y La Chispa, con tono reivindicativo expresando su queja por poder abrir su sede sólo a dos fiestas nocturnos a travé de silbatos para alimentar pitada.

Y, después, más calle, con la fiesta matinal Lubumbas en el recorrido del encierro con los pinchadiscos Sando y Andy, más encuentros alrededor de la mesa como las comidas de las cuadrillas en los bajos o la de la Tao en su local… La tarde tendrá teatro infantil con la peña La Chispa a las 18.00, música de aquí con la ronda El Emboque en la Tao media hora después o una salida de la Lubumbas. La Orquesta Zoom pondrá a bailar la Puerta Munillo a las 20.15 para dar paso a los fuegos artificiales a medianoche. Y muchos, pronto a dormir, que hay que despertar al día grande este viernes, para compartir con los hermanos navarros el Rosario de la Aurora desde las 6.00 de la mañana y frenar sus intentos en la procesión del Robo de los Santos desde las 11.00.

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