Cita alrededor del oro líquido

Después de meses de cuidados y de semanas de recogida, queda saborear los frutos. El Trujal Cooperativa 5 Valles de Arnedo abrió sus puertas en el soleado y prácticamente primaveral mediodía de ayer para compartir con los arnedanos y vecinos de la comarca el primer aceite del año en su XIX Fiesta de la Pringada.

Afanados desde primera hora de la mañana, los colaboradores del trujal -integrantes de peñas y asociaciones con las que la cooperativa colabora a lo largo del año en poner sabor a sus actividades- prepararon las pringadas: tostar las rebanadas de pan a la brasa, limpiarlas, pintarlas con el primer aceite de la campaña, adornarlas con azúcar o ajo y llevarlas a la mesa para que los invitados las disfrutaran. En total, repartieron unas 4.200 pringadas, uno de los almuerzos más tradicionales y nutritivos de nuestra tierra.

Ese primer aceite de la campaña es de alta calidad, virgen extra. Y eso a pesar de lo escasa que ha resultado. Frente al récord de 2,4 millones llevados a sus depósitos el año pasado, los cerca de 900 socios del trujal han recogido en esta campaña 950.000 kilos. Los fuertes calores y las escasas lluvias han restado mucha aceituna del árbol. Pero, al menos, no se ha caído, como temían desde el trujal. En esa calidad, los responsables apuntan que el rendimiento será de alrededor de 19 de media, con resultados de alta calidad en cata y organoléptica.

Así, y en una campaña en la que la climatología ha mermado las producciones en todo el país, el aceite arnedano seguirá distinguiéndose en el mercado a través de la bandera de la calidad de la Denominación de Origen riojana y de su ácido oleico superior.

Además de saborear su aceite, la Fiesta de la Pringada fue la oportunidad para que los cientos de visitantes conocieran las instalaciones del trujal y su funcionamiento y, por segundo año consecutivo, participar en talleres sobre sus propiedades, usos alternativos, en repostería y maridaje . Todo ello en un mediodía de gran ambiente.