La apertura de la variante de Murillo irá a la par del inicio de la rotonda para la yesera de Ventas Blancas

Así ha quedado de manifiesto este martes durante la reunión que han mantenido el presidente del grupo italiano, Paolo Fassa, con el presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros; el consejero de Fomento, Carlos Cuevas; y el alcalde de Lagunilla del Jubera, José Martínez.

La variante de Murillo constituye una infraestructura imprescindible para librar al estrecho centro urbano de la localidad del incremento de tráfico rodado, sobre todo de vehículos pesados, que soportará la vía a partir del desembarco de la compañía de yesos Fassa Bortolo.

El alcalde de Lagunilla estima que «en tres semanas» puedan iniciarse los trabajos de acondicionamiento de una glorieta en la intersección de las carreteras LR-261 (de Murillo hacia Ventas Blancas) y LR-346 (en dirección Ribafrecha), una actuación que Fomento requirió a la empresa para poder asentarse en la zona.

La rotonda se completará con caminos de servicio, el vial de acceso a las instalaciones y una zona de parking, por lo que su presupuesto asciende a 1,9 millones de euros. El plazo de ejecución es de tres meses.

Martínez ha indicado que, de forma paralela, la multinacional italiana trabaja en el proyecto de construcción de su nueva planta en Ventas Blancas, unos trabajos que ha dicho que empezarán una vez finalicen las obras de la rotonda. «Espero que esta fábrica ya pueda comenzar a funcionar durante este año», ha confiado.

Fassa Bortolo ha reiterado este lunes a las autoridades regionales que mantiene los compromisos de inversión y empleo que anunció en el 2016, en la presentación de su proyecto de Ventas Blancas. Entonces, previó crear en una primera fase de 25 a 30 empleos directos. «Hemos recibido currículums en el Ayuntamiento y se han empadronado jóvenes descendientes del pueblo porque los del municipio tienen prioridad», ha afirmado el regidor.