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Lunes, 20 de agosto 2018, 00:10
En la recta final, llega el momento de las despedidas. En el soleado mediodía de ayer, la plaza de España asistió a una entrañable: la de decenas de niños y sus familias de la comparsa de gigantes y cabezudos después de ofrecer su último pasacalles ... y sus últimos bailes. «Poco a poco vamos ganando más seguidores -agradecía Pablo Baladrón, coordinador de la comparsa de gigantes alfareña-. Por ejemplo, nos sorprendimos el día 14 al llevar a mucha gente, que acogió muy bien el nuevo recorrido; y el resto de días hemos tenido también mucha gente y cada vez hacemos más cultura de gigantes». Con una mezcla de ganas de descansar, pero a la vez tristeza por la despedida, Baladrón confesaba el cúmulo de sentimientos que le recorren cuando baila gigantes en su pueblo: «Sientes mucha alegría, sobre todo por los pequeños, pues esto se hace para ellos. Ser el que da vida a algo que viene de nuestra infancia es una emoción muy grande», sonreía.
Con los cuatro gigantes en plena forma y el segundo año de los cabezudos 'abuelo' y 'abuela', la comparsa quiere seguir avanzando. Por ello, estos días han pedido respeto para las figuras y sus portadores y para el espacio que ocupan en el programa de fiestas. Y Baladrón se plantea un siguiente reto: «Además de contar con alfareños para bailarlos, tenemos el proyecto de contar con niños en la comparsa, darles un gigante en el que puedan comenzar a sentir su pasión», dijo.
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