Los populares piden descartar el proyecto del puente ante las exigencias de Adif

En el último pleno del año, este pasado viernes, los votos de Partido Socialista e Izquierda Unida sirvieron para resolver las cinco alegaciones presentadas a la aprobación inicial del proyecto de ejecución para la ampliación del puente. La admisión de varias de ellas requerirán una revisión de parte del proyecto.

Los populares, a través del concejal José Luis Segura, volvieron a pedir un nuevo proyecto para mejorar la seguridad en este punto en el camino tanto a fincas agrícolas como a la reserva natural de los Sotos del Ebro. «Las alegaciones van a introducir modificaciones puntuales que van a hacer que el proyecto se vaya a un millón de euros de coste –expuso–. Le vamos a pagar a Adif un puente cuando lo que hay que hacer es requerirle que lo costee el Estado».

Desde finales de 2019, el grupo de gobierno plantea la mejora de la seguridad en este tránsito que se traza en curva y con rasante. De hecho, la inversión ya aparecía en el Presupuesto municipal de 2020 por 380.000 euros. Pero, al transcurrir sobre las vías del ferrocarril, Adif comenzó a plantear exigencias. Entre ellas, elevarlo 90 centímetros sobre su trazado actual para que el gálibo corresponda al tren de alta velocidad. Esto hizo que el proyecto se retrasara y llegara al Presupuesto de 2021 con un cálculo de 454.455 euros.

Tampoco se ejecutó ese año y pasó al de 2022 por 509.000 euros. El proyecto al que Adif dio el visto bueno llegó a 711.288,40 euros –por un convenio de colaboración, la Comunidad aporta 300.000–.

Ante el incremento que suponen esas exigencias, Segura instó a dejar el puente, esperar a que pasen los años y que lo pague Adif en el marco de la alta velocidad. «Reflexionemos sobre si es necesario gastar ahí un millón o hacerlo en algo nuestro, como proyectos de sostenibilidad energética», abogó. En este punto, el concejal de IU, Javier López, asintió en que las alegaciones van a llevar a un nuevo proyecto. Por su parte, el alcalde Julián Jiménez Velilla apostó «por seguir, rectificar el proyecto y, cuando lo tengamos, elegir después si se ejecuta o no».