«Pintar bajo el silencio de mi lamparita me da mucha paz»
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El numeroso público que se adentra en la sala de exposiciones del antiguo ayuntamiento alfareño termina acercándose a su protagonista para confesar que se siente sorprendido, que desconocía esa faceta de María del Carmen Sáenz Marzo. Hasta este viernes, muestra 84 dibujos y pinturas ... realizados durante un año.
– ¿De verdad no había pintado antes?
– Nunca. No recuerdo haber dibujado nada en mi vida. Hasta la tarde del 27 de septiembre de 2021. Mi marido se fue al fútbol, estaba aburrida en casa y, entre los libros de mi nieto, vi un paisaje y me puse a hacerlo. Cuando lo vio mi marido, no se creía que lo hubiera hecho yo. Al día siguiente, me puse a hacer otro y me salió mejor. Y así he seguido noche tras noche. Me gustó tanto que me enganchó. Le dedico las noches: apago la televisión, me pongo bajo la luz de la lamparita, en silencio, y a dibujar.
– ¿Qué le da?
– Mucha paz. He descubierto que me gusta mucho, me entretiene pero, sobre todo, me da mucha paz.
– Era un talento oculto...
– Sí. A mí no me ha dicho nadie por dónde empezar, por dónde seguir o por dónde terminar. Yo sola he ido centrándome... Busco dibujos en Internet, me baso en uno pero lo llevo a mi terreno: cambio el color, las formas, los tamaños... Los hago a mi manera. Y me encanta cambiar de temáticas, de estilos...
– La mujer es protagonista de muchas obras, organizadas en la exposición por títulos de películas.
– Eso es cosa de mi hija, que vio el vínculo de temáticas de varios cuadros para agruparlos bajo el título de distintas películas.
– ¿A qué materiales y técnicas acude?
– Nada, de eso... nada. Utilizo pinturas de mi nieto de hace siete años. Tengo un cajón lleno, aunque empiezo a gastarlas todas y ya comienzo a comprarme.
– Ha completado cien dibujos y pinturas en apenas un año. ¿Seguirá?
– Sí, sí... quiero mantener esa paz que siento. No he dejado de pintar ninguna noche, tampoco durante estos días de exposición. Estoy deseando que llegue la noche para descansar relajándome pintando. Y me gustaría mostrarlas en otros lugares.
– Usted es ejemplo de que hay que buscar el talento que tenemos, desarrollarlo y disfrutarlo.
– Mi padre siempre se preguntaba que, si le hubieran dado la oportunidad, si hubiera podido ser ministro. Y eso me pregunto yo: ¿si hubiera ido a una academia?
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