En esta mañana dominical, los hermanos de Alfaro Cristian y Edgar Ordoyo Casado estarán llegando en ferry de Algeciras a Tánger. Después de haber cruzado buena parte de la Península Ibérica, en la ciudad del norte de Marruecos les espera la salida de la Dust ... Race, la 'carrera del polvo', un raid solidario promovido desde Madrid que se adentrará en el desierto con el requisito de participar a bordo de dos tipos de vehículos, o un Peugeot 205 o un Citroën C15 de más de 25 años.
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Estos alfareños de 33 y 29 años lo recorrerán con un 205 de 28 años, de 1994. Esta «aventura entre hermanos» llegó a oídos de Cristian de parte de su compañero de piso durante la universidad, Adrián Catón, que ya la recorrió en una anterior edición. «A mi hermano le gustan mucho los coches y la mecánica; a mí, viajar y recorrer mundo. Después de un año sin poder disfrutar prácticamente nada de ocio, pensamos en compartir una aventura como ésta –explica Cristian–. Había estado siempre en nuestros planes y ahora es un buen momento para retomarla».
Además de la aventura en sí, otro punto que les animó a participar es el cariz solidario de la iniciativa. Como requisito, cada participante aporta 10 kilogramos de material escolar, ropa o juguetes que llegarán a las comunidades más desfavorecidas de Sidi Ali. Cristian y Edgar también llevan gominolas o equipaciones del Club Baloncesto Alfaro, donde han jugado y entrenado por años. Junto a estas aportaciones, la organización dispone también que la ambulancia que da apoyo médico a los 53 participantes de la carrera ofrezca atención sanitaria a las poblaciones y comunidades nómadas que se encuentren por el camino. «El raid transcurre en buena parte por pueblos de la parte inferior de Marruecos a los que apenas llegan servicios», explica Cristian. Además, la organización implanta la política 'Cero emisiones, cero basura' y compensará las emisiones de carbono generadas con acciones solidarias en el terreno.
Tomada la decisión, el primer paso firme lo dieron hace un año, cuando adquirieron el vehículo en Tarragona a un integrante de la asociación 'Payasos para la salud' –cuya pegatina mantienen para darle visibilidad–. Ya había participado en dos rallys de competición, pero tenían que adaptarlo para lo que van a encontrar en esta aventura de más de 3.000 kilómetros y siete etapas, hasta llegar a Marrakech.
Esa es la parte que le ha tocado y encantado a Edgar, trabajador de mantenimiento. Son incontables las horas que ha metido para restaurar y preparar el coche, siempre bajo el asesoramiento de la experiencia sobre la zona y el trazado de su amigo Adrián Catón –que también participa en esta edición y también con su hermano, Javier–. «Desde que llegó, todos los días le he dedicado un buen rato, sobre todo desde hace medio año. Y con gusto», asiente Edgar. Ha mejorado los frenos, las amortiguaciones, las ruedas, ha incorporado un cubre cárter metálico para proteger el motor y ha incorporado la aspiración del aire para evitar problemas con la arena.
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Al bajar del ferry, comenzará la primera etapa desde Tánger Med, hasta Boujaloul. Es la etapa más larga, con 526 kilómetros. Esta fresca noche dormirán en campamento, bajo el techo de la tienda de campaña. A través de pistas de arena y piedras, dunas, atravesando tanto el Atlas como el desierto de Mezouga, el raid combinará en sus etapas la parte de resistencia con la de regularidad a 80 km/h. «Nos espera la aventura, conocer lugares, costumbres y personas de las zonas», asiente Cristian.
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