Los cristianos que habitaban el Alfaro medieval del siglo XII-XIII ascendían por las laderas del monte La Plana para acudir al culto. Bajo el refugio del castillo que dio a la localidad nombre árabe. Hoy, en ese lugar, a plena vista no hay ... ningún rastro de aquella iglesia, la de San Miguel de Arriba como se le conoció cuando a partir de 1544 se comenzó a proyectar la actual colegiata, monumento nacional y emblema de la ciudad. Por ello, la Asociación de Amigos de la Historia, con el patrocinio del Ayuntamiento, ha mirado bajo tierra para buscar los restos de aquel templo.
Publicidad
Durante varias jornadas de octubre, los profesionales de la empresa Ingiter, Víctor López y Maite Serrano, realizaron varios sondeos tomográficos eléctricos en la zona de las eras de San Miguel. Donde el recuerdo de los mayores y los testimonios documentados ubicaban a la iglesia. Esa técnica geofísica ha permitido escudriñar en las entrañas de la ladera, contrastando qué terreno ha sido alterado por el ser humano o se conserva natural según la resistividad que presenta al paso eléctrico. Dos meses después de aquellos trabajos, ya tienen resultados y conclusiones.
«Después de crear un puzle con los ocho perfiles realizados, y haciendo abstracción, se definen límites claros desde muros y sillares de una estructura que tiene una orientación con un norte sur perfecto, lo que es un indicio que lleva a creer que es una edificación religiosa», apuntó López en la charla que ofreció junto a Serrano en la velada de este miércoles en el salón de actos del Palacio Abacial para presentar el trabajo realizado.
Además, señaló que se distinguen varias zonas de tumbas. «Aparecen anomalías importantes, como cortados verticales muy marcados que son artificiales y permiten localizar estructuras de bloques de arcillas, restos de muros o sillares, el losado del templo y zonas verticales que asimilamos con tumbas que no son nobles, pues no están hechas con sillares», describió.
Publicidad
Estos sondeos tomográficos crean el mapa previo adecuado a iniciar cualquier tipo de excavación, más costosa en el tiempo y para el bolsillo. Desde esa utilidad, el informe de Ingiter concreta y marca qué zonas son las adecuadas y con más probabilidades para trabajar en una futura campaña de excavación en las eras. Pero tanto esos posibles trabajos como los sondeos se encuentran con un obstáculo: buena parte del espacio en el que podía ubicarse la planta de la iglesia coincide con el perímetro donde hace cinco lustros se acondicionó una torre de telefonía. Su vallado impidió lanzar las tomas eléctricas en su espacio.
La divulgación del estudio fue el colofón a la presentación realizada este miércoles del número 33 de la Revista de Estudios Alfareños Graccurris, formado por seis artículos y el anexo fotográfico 'Ayer y hoy de Alfaro'. Ya a la venta, editada por el Ayuntamiento, la revista cumple 30 años viendo la luz, los últimos diez bajo la dirección de Toño Aguirre.
Publicidad
En este número, Charo Cordón escribe sobre 'La cárcel y el cuartel viejo', protagonista de la portada; Joaquín Villaciervos sobre antiguos poblamientos extramuros y sobre infraestructuras ferroviarias abandonadas; Miguel Ángel Medel sobre una aportación histórica a la construcción de la Colegiata; José Santos de la Iglesia sobre los órganos en Alfaro; y, a través de su sobrina, recupera un texto del sacerdote Manuel Izal sobre la sociedad alfareña en 1960.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.