El público que llenaba la sala Florida acabó puesto en pie, feliz, bailando, dando palmas y cantando. Fue la imagen de cierre de la XXVI Muestra Nacional de Teatro Cómicos de Alfaro, el pasado sábado. El colombiano Julián Fontalvo protagonizó una velada inolvidable con la puesta en escena de 'El imitador', un espectáculo habitual en grandes capitales, desde Madrid a Nueva York, pero extraño en pequeñas localidades.
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Consciente de ello, el público llenó la sala Florida con ganas de disfrute. Se anunciaba 'El imitador' como el recorrido de un cantante por su sueño de ser artista desde la infancia, a través de setenta voces. Y, por mucho que así estuviera anunciado, Fontalvo sorprendió y atrapó al público desde que recordó cómo escuchar a Police le hacía viajar en el tiempo.
Con un radiocasette en la mesa, auriculares al cuello, una guitarra a la espera, Fontalvo fue de niño Rick Astley, Celia Cruz, Juan Luis Guerra... Con una versatilidad y una capacidad asombrosa, interpretó voces clásicas y todo tipo de estilos, del rock a la salsa y merengue e incluso el rap de Eminem. El público le brindó una de las ovaciones más largas que se recuerdan en la Muestra. Fue el colofón ideal al Cómicos más largo de la historia, con siete funciones y siete llenos.
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