Las máquinas y operarios ya acumulan tierra y materiales. Con el paso de los días y las semanas, irán compactándolos para dar forma a la nueva defensa que, retranqueada, se convertirá en orilla del río Ebro en el paraje del Ortigoso, dándole más espacio para ... que se expanda en caso de crecida y evitar daños importantes en cultivos próximos e infraestructuras.
Publicidad
Tras finalizar hace un año la recuperación fluvial en el paraje de La Nava, que se ubica unos cientos de metros aguas abajo, y en marcha también ahora la diseñada para el Estajao, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) comenzó la pasada semana la fase 1 de los trabajos de adecuación morfológica y restauración del río Ebro en el Ortigoso.
Frente a la vecina localidad navarra de Milagro, es la tercera actuación de la estrategia Ebro Resilience en el tramo alfareño del río. Con un presupuesto de 1.432.467 euros, la CHE se marca el objetivo de «reducir los daños por inundación mediante la recuperación de espacio fluvial y la aplicación de medidas basadas en la naturaleza».
En el análisis de la situación, la estrategia marca que la configuración morfológica de los terrenos dificulta que el Aragón confluya con el Ebro de forma conjunta en episodios de crecida. El meandro del Ebro circula encajonado entre los mazones, que limitan su circulación natural en las avenidas. «Como en las recientes de diciembre de 2021 y enero de 2022, la prevalencia suele ser del río Aragón, al aportar más caudal, quedando el Ebro retenido y aumentando los desbordamientos hacia las márgenes», describe la CHE.
Publicidad
Por ello, en la margen alfareña, la actuación ha comenzado inmediatamente aguas arriba de la confluencia del Aragón con el Ebro para dar más espacio al encuentro de los dos ríos y mejorar la capacidad de desagüe del Ebro. Así, esta primera fase retirará 1.790 metros de la defensa para construir otra retranqueada 100 metros al interior y que tendrá 800 metros de largo, facilitando los procesos naturales de laminación, erosión y sedimentación del río. Esos trabajos han comenzado en el punto donde la mota está muy mordida, por lo que ha quedado reforzada en su interior.
Otra actuación será recuperar 400 metros de un brazo del río que, como describe la CHE, fue cerrado de forma artificial y roturado para transformarlo en chopera productiva. «Con la recuperación de este brazo, se facilitará que el Ebro y el Aragón puedan confluir de forma conjunta», afirma. El resultado será recuperar 12 hectáreas de espacio fluvial, que hoy son choperas productivas y otros cultivos, y restaurarlo plantando 21.000 ejemplares de plantas autóctonas.
Publicidad
También preocupa en ese punto la isla de grava que ha crecido en las últimas crecidas. Ahí, el Ebro Resilience va a aplicar la técnica del 'curage', recuperando otro brazo cerrado artificialmente en la ribera izquierda.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.