La plaza de España volvió a vivir ayer desierta un 14 de agosto, pero con gran ambiente en las terrazas y en las actividades del Ayuntamiento. E. P.

Entre lo que fue y lo que podría ser

ALFARO ·

Los alfareños vivieron por segundo año un 14 de agosto sin el inicio de sus fiestas, entre la prudencia, la nostalgia y las ganas de disfrutar en cuadrilla

Domingo, 15 de agosto 2021, 02:00

Si hay una fecha en la que todo alfareño quiere estar en su pueblo es el 14 de agosto. En concreto, a las 12.00 de en la plaza de España, el lugar donde empieza el día más especial, el día en el que todos ... están, en el que la alegría abraza.

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Por segundo año consecutivo, la plaza de España apenas contaba unas decenas de personas en el mediodía del 14 de agosto, cuando debían comenzar las fiestas patronales. La mayoría, sentada en terrazas. Algunos nostálgicos se anudaban al cuello el pañuelo rojo sentados en la escalinata de San Miguel mirando la balconada vacía del viejo Ayuntamiento, pensando en lo que fue y lo que podría ser. Una cuadrilla de jóvenes se unía en un abrazo para plasmar en una fotografía el momento en una plaza desierta. A unos metros, agentes de la Policía Local y la Guardia Civil como imagen que recordaba que la pandemia por el COVID-19 vino a apagar lo que fue y que su prevención recomienda huir de las aglomeraciones.

En la lejanía de, probablemente, alguna casilla sonaban dos cohetes en los aires. Los presentes rompían a aplaudir.

Y aunque no hubo cohete, parte de la esencia del 14 de agosto se mantuvo: decenas de cuadrillas compartieron almuerzo, camiseta blanca, pañuelo rojo, encuentros. No hubo la explosión de alegría que supone el chupinazo, pero cientos de alfareños se lanzaron a las calles a compartir terrazas y momentos. El ambiente de brindis recordó a lo que fue.

Pero con dos frenos: por un lado, el recuerdo de lo que supusieron las no-fiestas hace un año; por otro, el intenso calor que asoló la localidad. Del recuerdo de hace un año, y pese a la confianza que da el avance de la vacunación, la prevención y contención: varios de los locales de ocio más populares acordaron con el Ayuntamiento cerrar sus interiores estas jornadas para evitar descontroles a cambio de ampliar terrazas al aire libre. Del calor, la marcha de muchas cuadrillas a compartir el mediodía en huertas con piscina, alimentos y bebida. Esa suma dejó una estampa inédita un 14 de agosto: las calles del pueblo quedaron prácticamente desiertas a media tarde.

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Las autoridades llaman a los alfareños a disfrutar de las actividades pero con prudencia y evitando situaciones de riesgo

Eso significó que, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, el ambiente se desplazó a lo privado: casillas y cuartos, la principal preocupación de las autoridades y cuerpos de seguridad, los lugares para los que piden a los alfareños el doble de prudencia. En especial, en la noche, desde las dos de la madrugada, cuando ha de cerrar la hostelería. También presente solo ayer en la plaza a las 12.00, el alcalde Julián Jiménez insistía en el mensaje de disfrutar de las actividades programadas pero con prudencia y con la conciencia de que Alfaro no puede repetir las consecuencias sanitarias y económicas que tuvieron el pasado año las no-fiestas.

A medida que avanzó la tarde, las terrazas volvieron a animarse. Llegaron los primeros actos oficiales: marionetas con Gorgorito en La Florida y dos sesiones de verbena con la orquesta Atlántida en la plaza de España. Se abría la noche y el ambiente era puramente festivo. Con muchas cuadrillas de otros pueblos.

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Sin ser oficialmente fiestas, hoy se abre una programación festiva: vaquillas a las 9.30 en la plaza de toros, entrega del pañuelito rojo a niños a las 11.30, Gorgorito a las 19.00 y un tributo a Queen a las 20 y 23.00 horas.

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