La Concepción necesita otro medio millón

«El convento precisa actuar de emergencia en el forjado de la primera planta, que se hunde y hay que cambiarlo para evitar que se derrumbe, actuar sobre los cabezales y en la cimentación afectados por las humedades... problemas que han aparecido de forma inesperada al iniciar los trabajos de la restauración», describe el alcalde alfareño, Julián Jiménez Velilla.

Al detectarlos, el Ayuntamiento detuvo los trabajos ya en marcha en el convento declarado como bien de interés cultural (BIC) y encargó la modificación del proyecto a su autora. El objetivo era incorporar y actualizar el documento con los trabajos adicionales para hacer frente a la realidad hallada al iniciar la obra.

Ese modificado, entregado la pasada semana al grupo de gobierno municipal, será entregado por el Ayuntamiento a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad Autónoma para que lo revise y apruebe para que puedan retomarse las obras incluyendo el refuerzo en las zonas afectadas por las humedades. En especial en esa primera planta, que se encuentra completamente apuntalada y se hundirá si no se sustituye y arregla el forjado, trabajos que precisan unos 90.000 euros añadidos.

Dado que la cuantía que aporta el 1,5% Cultural del Gobierno de España a esta actuación permanece igual, en los 950.000 euros aprobados, es el Ayuntamiento el que tiene que asumir el aumento del presupuesto para esta actuación de emergencia, inesperada respecto al planteamiento inicial.

Aparecidas las humedades y paralizados los trabajos, en previsión a esta actuación, el pleno del Consistorio reservó el 21 de noviembre pasado una partida de 459.800 destinada del remanente de Tesorería (los ahorros en los bancos), para sumarlos a los trabajos no previstos en el proyecto. Pero esa partida se quedó corta y el Ayuntamiento tendrá que buscar la fórmula para aumentarla.

Siguiendo las líneas del plan director para el convento de la Concepción, adquirido por el Consistorio el 28 de diciembre de 2016, esta primera fase tiene por objetivos acondicionar la planta baja para que acoja la biblioteca pública municipal y zona de estudios, la sala etnográfica sobre la localidad, conserjería y su archivo, varios despachos, cafetería... Para la segunda fase de la rehabilitación integral, la arquitecta ya ha advertido que deberían fortalecerse las cubiertas.