La comunidad ecuatoriana alfareña sacó ayer a la calle toda su devoción, todo su folclore y todos sus colores para honrar y celebrar a su patrona, la Virgen del Cisne.
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Asentados y consolidados en la localidad desde hace lustros, esta celebración se ha convertido en una cita habitual mediado septiembre en la localidad, fecha a la que trasladan la celebración al coincidir su festividad el 15 de agosto con las patronales alfareñas.
Residentes en Alfaro y en localidades vecinas se vistieron de gala y también con los personajes de su folclore para iniciar la jornada con misa en la iglesia del Burgo y acompañar a la virgen de la larga melena hasta las canchas del instituto. Una procesión llena de música, danzas y cultura ecuatoriana. La música, danzas, deporte y comida alimentaron la fiesta.
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