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E. P.
Lunes, 27 de septiembre 2021, 02:00
El paso de las semanas, con el sol, el viento y la lluvia, ha desteñido, desgarrado o incluso descolgado algunas pancartas. Pero aún quedan un puñado de ellas en los balcones de Alfaro con una llamada de auxilio desde hace cinco meses: 'SOS Pediatra'.
Desde ... el 21 de abril, las familias alfareñas no cuentan con la atención especializada de un pediatra en el centro de salud de la localidad riojabajeña. Hoy, cinco meses y seis días después, entre la resignación, el cansancio y el enfado, siguen reclamando que se cubran las dos plazas. «Seguimos sin pediatra..., y ni se prevé que pueda venir porque la plaza de Alfaro ha quedado desierta en los concursos de traslados de pediatría», denuncia Vanesa Malumbres, una de las impulsoras de la Plataforma Muévete Alfaro, formada por un grupo de familias con el objetivo de defender y reclamar dignidad en la atención sanitaria en el municipio.
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«Pregunto a menudo por una solución, pero me dicen que no tienen posibilidad de encontrar pediatras», reconoce el alcalde Julián Jiménez Velilla. En el concurso de traslados convocado por el Gobierno de La Rioja con la opción de siete plazas, nadie solicitó Alfaro. Ahora, la esperanza de la Consejería de Salud y del Ayuntamiento pasa por la convocatoria de un examen en octubre para cubrir otras cinco plazas. «Confiemos en que alguna venga a Alfaro», dijo el alcalde en el pleno de la Corporación celebrado el miércoles ante las preguntas de la edil popular Lucía Casas sobre la situación.
La consecuencia es una atención a los niños y sus familias «precaria», la califican desde la Plataforma Muévete Alfaro. Como medida de presión para incidir en la petición de pediatras a Salud, los médicos de Atención Primaria se negaron a atender a los niños por no considerarse cualificados. Eso supuso que, desde esos primeros días sin pediatra en el centro, las familias tuvieran que desplazarse a Urgencias del Fundación Hospital de Calahorra para que les viera un pediatra.
El propio personal hospitalario lamentó esta situación y el incorrecto uso del servicio. Poco ha cambiado la cosa. «Algún niño que tiene algo lo está llamando o viendo el médico de la madre», describe Malumbres, por lo que «estamos poco más o menos que en las mismas». «Además, la atención sigue siendo por teléfono, en una situación precaria y sin previsión de solución».
Durante estos meses, las familias han presentado más de un millar de reclamaciones, han salido a las calles en vehículo y a pie para protestar, han mostrado en redes sociales y en los balcones sus demandas... En definitiva, siguen recordando que, día a día, sus hijos sufren el déficit de profesionales y de una atención especializada.
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