El aplauso a tanta humanidad

Si me muero, por favor, informen a la hermana Crescen, en Cáritas Alfaro, un pueblo de La Rioja». Fue el encargo que dejó al caer enfermo un transeúnte en una localidad del sur de España. En su pensamiento, como si fuera su familia, Crescencia García. Es uno de los ejemplos de la huella que ha dejado en cientos de personas a lo largo de décadas la bondad y humanidad de la hermana de las misioneras del Pilar que ha dirigido Cáritas Parroquial en la localidad riojabajeña durante casi cinco lustros.

Con más de treinta años en la entidad social, cuando se acerca a los 24 años de servicio como su directora en Alfaro, Crescen García ha anunciado su 'jubilación' a sus voluntarios y a la parroquia. «Dejo de estar al frente, pero no me voy de Cáritas. Me quedo en Cáritas. Me quedo en Alfaro», sonreía emocionada en la velada de este domingo.

Dentro de un mes, Cáritas y la parroquia anunciarán los componentes de su nuevo cuerpo directivo. Pero el anuncio del descanso de García llevó a sus responsables y a decenas de alfareños a dedicarle en la noche del domingo un emotivo homenaje en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Burgo, en la fecha más próxima a la festividad que da nombre a su congregación, las misioneras del Pilar (nacidas hace 85 años).

Tras la eucaristía, el acto de homenaje consistió en una colección de testimonios de agradecimiento a una persona de la que se destacaron valores como su bondad y humanidad, su compromiso y pasión, su entrega y dedicación, valores de los que pueden dar cuenta cientos de alfareños que han pasado por un bache, de emigrantes llegados a la localidad que han encontrado en Cáritas una puerta de entrada, de drogadictos, de transeúntes y temporeros que han recibido todo su apoyo en forma primero de alojamiento, después de alimentos, medicinas, ropa, billetes de viaje...

«Eres una persona entregada, encantadora, con valores como la paciencia, la bondad y el amor al prójimo –resaltó a través de un vídeo desde Valencia el joven Jesús Lucero, quien le eligió como madrina en su confirmación–. Eres un referente en mi vida como Nelson Mandela o la Madre Teresa de Calcuta. ¡Hemos tenido la suerte de que te hayas cruzado en nuestro camino».

Las trabajadoras sociales tanto del Ayuntamiento como de Cáritas Diocesana también participaron en el acto para reconocer su compromiso y pasión, su urgencia siempre para poner soluciones a situaciones delicadas y su trabajo generoso por los demás. Cómo no, los voluntarios, sin palabras por la emoción, mostraron su reconocimiento al entregarle varios obsequios, con las imágenes de la Virgen del Pilar y de Cáritas como protagonistas.

«Lo más importante en mi trayectoria es la persona. Hay que cuidar a las personas que se acercan a nosotros... sobre todo a los más necesitados, al frágil, al desfavorecido», subrayó García desde el agradecimiento sincero al reconocimiento. «Esto me demuestra que no he estado sola en esta misión, porque la labor de Cáritas es conjunta», afirmó sonriendo a los sacerdotes, voluntarios, jóvenes, trabajadoras sociales, representantes públicos con los que ha compartido estos casi cinco lustros. Tras el acto, recibió decenas de abrazos. «Entre todos lo hemos conseguido», sonrió. «Y seguimos, que me quedo».

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