Una fiesta de altos vuelos

Los alfareños han convertido en un fin de semana de fiesta el emblema que supone para la ciudad su colonia de zancudas. Con una jornada más soleada y apacible para el paseo ayer en contraste con la del sábado, cientos de vecinos y visitantes salieron a las calles a disfrutar de las diversas propuestas de una nueva edición del Día de la Cigüeña.

En el Centro de Interpretación de los Sotos del Ebro, un grupo de niños se adentraba en el mundo de estas aves. A través de unas manualidades con arena y un juego en el que gracias a descripciones o mimo conocían más detalles sobre cómo viven estas 'vecinas' de Alfaro.

Y de cerca pudieron ver cómo viven las decenas de personas que participaron en las visitas guiadas 'Alfaro al vuelo', que acercan a los interesados la riqueza y la explicación del patrimonio cultural y natural de la Colegiata de San Miguel y su colonia de cigüeñas, la mayor del mundo sobre un edificio. La Oficina Municipal de Turismo ofertará a partir de esta fecha esta visita guiada a los que se interesen por ella.

Como toda buena celebración, el estómago es un buen atractivo. Tirando de tradición, la plaza de España asistió a mediodía de ayer a la bendición y reparto del rosco gigante por San Blas, como es costumbre en Alfaro. Sus 900 raciones pusieron sabor dulce al inicio de la jornada, que guardaba la invitación de la ruta de pinchos de la cigüeña, con doce propuestas desde las barras inspiradas en la zancuda.