Diversión y riesgo a la carrera

A la llamada de los fuegos que los anuncian y de la charanga que recorre varias calles con sus dianas, son la primera cita de cada jornada. Alrededor se encuentran cientos de personas para iniciar una nueva jornada festiva entre amigos y familias. Y para muchos jóvenes supone el final de una larga noche que llegó a transformarse en nuevo día.

Después de la enorme expectación que levantan los de toros, los de vacas no reúnen a tanto público o corredores venidos de otras localidades, pero mantienen la llamada entre los alfareños.

En la jornada de ayer, las fiestas vivieron dos encierros: el habitual matutino y uno vespertino que vino a sustituir la ausencia de corrida en la plaza de toros - sí hubo una exhibición de escuelas taurinos y aficionados con varios alfareños debutantes ante becerros-.

Tras los encierros, la plaza de toros acoge en las mañanas la 'prueba', como llaman los alfareños a las exhibiciones que ofrece la empresa encargada de estos espectáculos. En la de ayer, el público disfrutó de las artes de dos recortadores y, por primera vez en Alfaro, una demostración de forcados portugueses que causó admiración entre el público. Para completar la mañana hubo tiempo para la suelta popular, también de becerras para los jóvenes.