Inés Martínez
Jueves, 25 de febrero 2016, 11:58
El ruido está ahí, en las calles de Alfaro como en las de cualquier otra localidad: en las bocinas de los coches, los gritos de los vecinos, las motos, los coches, las noches de copas... La polémica está en si se deben y pueden ... controlar ciertas acciones que provocan molestian a quienes, sobre todo, viven en el centro de la localidad.
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Un grupo de vecinos de Alfaro puso recientemente en marcha una asociación llamada 'Alfaro sin ruidos', cuyo objetivo es, según explican en su web, "combatir la contaminación acústica, sus causas y sus efectos". Tras ella están vecinos de las calles Las Pozas, Alfolíes, La Imprenta, Argelillo, San Antón, Barrio Verde y Pasaje San Francisco, que llevan años quejándose de los horarios de los locales y del ruidos que, aseguran, tienen que soportar.
Frente a ellos, desde las redes sociales, estan los defensores del ruido. O mejor dicho, del derecho de los alfareños, como dicen en algunos de sus tuits, de "disfrutar con libertad de la diversión en el centro del pueblo".
Y con estas dos posiciones enfrentadas, la polémica en la localidad está servida. Unos, 'Alfaro sin Ruido', defienden su posición desde una página web. La otra parte, formada en su mayoría por jóvenes alfareños, se mueven a través de Twitter con la cuenta @alfaroconruidos que, de momento, tiene 82 seguidores, y el hashtag #Alfaroconruido, cuyo objetivo es movilizar a los lugareños para que no se lleven a cabo medidas como "conseguir que el Ayuntamiento disponga de un sonómetro Clase II y que la Policía Municipal tenga formación para hacer mediciones".
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