Yerga fallece en el desierto

Yerga ha proporcionado información durante tres años de las costumbre migratorias de esta especie.

Desde 2012 se comprobó que habitualmente pasaba el invierno en Senegal y regresaba en primavera a Alfaro (La Rioja), donde está ubicada la principal colonia del mundo de esta especie.

En 2015, a diferencia de años anteriores, Yerga regresó a Alfaro avanzado el mes de marzo, casi tres semanas más tarde de lo que acostumbraba, y al llegar encontró su nido ocupado por otra pareja de cigüeñas, lo que provocó que este año no pudiera criar, explica el comunicado de SEO/BirdLife, que ha desarrollado este proyecto junto al Gobierno de La Rioja y a la Fundación Iberdrola.

A finales de agosto la cigüeña abandonó Alfaro rumbo a África, y aunque en un principio repitió la ruta de anteriores migraciones, en un momento dado desvió su rumbo unos 900 kilómetros hacia el interior del continente.

La última semana de septiembre el GPS de Yerga emitió señales que la ubicaban en puntos muy estáticos al sureste de Mauritania, en mitad del desierto, algo inusual en sus viajes migratorios, dado que en años anteriores para esas fechas la cigüeña ya había alcanzado su zona de invernada en la región de Louga, en Senegal.

Los últimos datos que se tienen de Yerga son del 1 de octubre y desde entonces su GPS no ha vuelto a emitir, lo que unido a su comportamiento en los días previos lleva a los investigadores ha concluir que murió cruzando el desierto.

25.000 kilómetros

Desde 2012 se han documentado más de 25.000 kilómetros de viajes de este ejemplar, que ha ofrecido "numerosa y valiosa información sobre los movimientos migratorios de la cigüeña blanca, que en las últimas décadas han sufrido importantes cambios", explica el comunicado.

El proyecto desarrollado por Yerga, con el nombre 'Migra' ha servido para conocer que pasaba el invierno a más de 3.500 kilómetros de su nido y que siempre repetía las fechas de sus viajes a África e, incluso, el recorrido, con jornadas en las que se desplazaba más de 450 kilómetros.

Éstos y los miles de datos de ubicaciones y costumbres que ha enviado el emisor a lo largo de estos tres años y medio servirán a técnicos e investigadores para conocer mejor esta especie y avanzar en la conservación de la población de cigüeña blanca de La Rioja, que en la actualidad cuenta con 455 parejas reproductoras, de las cuales aproximadamente un 43% anidan en Alfaro.

De hecho, los resultados obtenidos en este proyecto llevaron a SEO/BirdLife y al Gobierno de La Rioja a repetir la iniciativa con otras especies, como la del aguilucho cenizo, de la que hay un ejemplar con un emisor desde 2013 para conocer sus costumbres migratorias.