Un alfareño forma a las fuerzas aéreas de Malasia y Alemania en el uso de Airbus

Tras formarse en el colegio alfareño La Salle-El Pilar y en el instituto Gonzalo de Berceo, este ingeniero Informático por la Universidad Politécnica de Madrid realizó su proyecto final de carrera en la Birmingham City University. «Como la mayoría de los jóvenes españoles, cuando acabé la carrera no tenía muy claro mi futuro por lo complicado que está encontrar trabajo. Surgió la oportunidad de trabajar durante un año en prácticas en Airbus D&S y después he podido continuar mi carrera en la empresa», describe.

Tras un año formándose, pasó a trabajar en el proyecto del A400M, desde el que surgió la posibilidad de desplazarse a Malasia a principios de año. El primer mes lo dedicó a ofrecer un curso funcional y práctico a la Real Fuerza Aérea de Malasia (RMAF) de la principal herramienta para consulta de publicaciones técnicas del A400M, formando a los militares que controlan los mayores aviones de hélice que existen. Después, ha dado soporte funcional y técnico a la herramienta de mantenimiento MDS, usada por el A400M para planificar, revisar y controlar todas las tareas de mantenimiento que se hacen en el avión. «Al ser herramientas nuevas, complejas y en desarrollo hay que explicarlo de forma clara y concisa. Los militares malayos muestran mucho interés en estas aplicaciones nuevas para ellos y que les van a ayudar a realizar mejor su trabajo», explica.

Tras esos cometidos en Malasia, Luis Javier cambia de destino en este septiembre, acercándose hasta Europa, en concreto a Hannover. En esta nueva etapa, su objetivo de empezar a trabajar con la Fuerza Aérea Alemana dando soporte funcional y en el 'in services support' del MDS. «Espero que sea una experiencia tan enriquecedora como ha sido la de Malasia», asiente.

En su álbum de recuerdos le queda una frenética ciudad de Kuala Lumpur, en constante crecimiento y tan limpia como segura; la extrema amabilidad, tranquilidad y simpatía de los malayos; su naturaleza espectacular e islas y playas impresionantes y sin explotar como las de Tailandia; o su radicalmente diferente cocina, con el arroz omnipresente y apta para amantes de lo picante o lo muy picante.

Ante el futuro, este joven alfareño se marca el reto de «seguir aprendiendo todo sobre el mundo aeronáutico y coger toda la experiencia internacional posible». «Estoy seguro de que la experiencia en Alemania va a ser radicalmente distinta pero igual de positiva», confía.