El banderillero José Luis Neiro, de la cuadrilla de Daniel Luque, fue cogido y trasladado al Hospital de Calahorra.

Torear sin toros no es posible

Román fue el más afortunado con su lote que le permitió cortar una orejita a cada burel que le correspondió

JUAN CRUZ GASTÓN

Domingo, 17 de agosto 2014, 11:33

Torear sin toros no es posible, si no es de salón. Tampoco fue para tanto la corrida de 'Las Monjas', fue mansa y sin fuerzas , el cuarto fue devuelto a los corrales después de ponerle una banderilla. Las protestas se repitieron casi desde la ... salida por la falta de fuerzas, manifiesta, del toro. La presidencia aguantó las protestas, con buen criterio, porque nada establece el Reglamento actual de cuando debe devolverse un toro. Apareció el pañuelo verde. Intentaron meterlo con los capotes a los corrales entre caídas del morlaco, al final el matador pidió permiso a la presidencia para estoquearlo, lo que hizo.

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La corrida valió para el carnicero, todos los toros, los siete que salieron al ruedo fueron noblotes, descastados y muy flojos de remos, demasiado. Los toreros quisieron, los tres, pero no pudieron triunfar, sencillamente porque si no hay toro no es posible torear. Daniel Luque fue el triunfador de la pasada feria taurina alfareña, ayer no pudo ser. Lo intentó, cuidó a sus dos toros, los trató con mimo, pero no pudo repetir triunfo. Su banderillero José Luis Neiro fue cogido al colocar un par de banderillas, saliendo del trance aparatosamente cogido, resultando con un tremendo palizón, siendo llevado para su observación al Hospital de Calahorra.

Jiménez Fortes se presentaba en Alfaro. Su primero no tenía fuerzas pero le sacó lo que tenía dentro. Su segundo duró más y lo toreó bien al natural. Se pasó de faena y tardó el toro en doblar lo que le privó, creo, de una orejita.

Román, también hizo su presentación en esta plaza, llevándose el mejor lote y le sacó partido, a su manera, unas veces nervioso y eléctrico y otras toreando con buen son, de cualquier forma, su entrega fue reconocida con generosidad por los espectadores que le pidieron las orejas. Román dejó ver buenas cualidades, carece de la técnica, que conseguirá, de un torero con oficio aprendido. Tiene valor maneja mejor la muleta que el capote, defectos corregibles que subsanará cuando lleva más corridas toreadas.

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