Los pozos de captación buscan alivio

La acumulación progresiva de gravas y sedimentos es algo habitual a lo largo del eje medio del Ebro. Pero la preocupación alfareña surge porque la zona más afectada por la 'mordida' del río afecta a los pozos de captación de agua corriente del municipio, desde donde se sube a los depósitos del monte La Plana para su tratamiento y llevarla después al consumo de la población.

Como ya hiciera hace un año, el Ayuntamiento alfareño, a través de la alcaldesa Yolanda Preciado y la concejal de Agricultura Guadalupe López, ha trasladado esta semana a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la necesidad de reforzar este punto. Y han recibido el compromiso de que el organismo estatal invertirá 500.000 euros en acondicionar un cauce de alivio a través de la zona de gravas que libere de presión el punto de los pozos. Dependiendo de su situación económica, la CHE ha trasladado a la alcaldesa que la intervención podría realizarse durante este verano.

Tras la crecida del Ebro del pasado año, el presidente de la CHE, Xavier de Pedro, visitó Alfaro el 24 de mayo último para anunciar que comenzaba a diseñarse esta intervención: cortando la lengua de sedimentos del margen izquierdo, junto a una chopera arrancada el año pasado, se acondicionará este cauce de aguas altas que entrará en funcionamiento a partir de cierto nivel para colaborar, desagüar y evitar que toda la corriente choque con presión contra el margen derecho.